Realiza sus primeros estudios en Granada y empieza a escribir desde muy joven, publicando su primera novela, Margarita en 1868 bajo el seudónimo Carolina del Boss. A la muerte de su madre en 1877, se traslada a París, donde vive en casa de una tía por espacio de dos años.

Poesía, cuentos y relatos cortos

De vuelta en España, continua su labor literaria, destacando tanto su dedicación a la poesía con Los funerales del César (1880), Esperanzas y recuerdos (1881), La novia del marinero (1886), El Romancero de Jaime I el Conquistador (1891), como a los cuentos y relatos cortos: Villavetusta y Villamoderna (1899), Melita Palma (1901), La Rondeña (1902), Las hijas de Don Juan (1907), Madrid Goyesco (1908), Los diablos azules (1910), El Tesoro de Sorbas (1914). Muchos de sus relatos  y novelas son traducidos al inglés y francés y algunos de los cuentos son utilizados en América como material de estudio para alumnos en el aprendizaje del castellano.

Su vertiente como historiadora y crítica literaria la inicia a partir de 1885 al presentarse a un certamen propuesto por la RAE sobre Tirso de Molina; no gana el concurso, pero le proporciona numerosas felicitaciones y le suscita un gran interés por el autor para el resto de su vida. Continúa sus estudios críticos e investigaciones históricas dedicados a Lope de Vega, Santa Teresa de Jesús, Cervantes, Calderón de la Barca, Ruíz de Alarcón, el teatro en el Siglo de Oro, las mujeres escritoras. Toma como modelo en el método de sus estudios a Marcelino Menéndez Pelayo, quien prologa su obra Del siglo de Oro en 1910.

En 1892 se traslada a vivir a Madrid y se casa con el arquitecto Vicente Lampérez y Romea. En la capital entra a formar parte del círculo literario, trabando conocimiento entre otros con la periodista Sofía Casanova, los poetas Gaspar Núñez de Arce y  Campoamor, y con Emilia Pardo Bazán que se convierte en su gran amiga y admiradora; gran número de  cartas y tarjetas publicadas dan testimonio de esa amistad.

Defiende activamente los ideales feministas y sus principios sobre la relación de España y los países hispanoamericanos, escribiendo numerosos artículos en diversos periódicos y revistas como La Época, El Universo y El Nuevo Mundo, ABC, El Imparcial, La Ilustración Española y Americana, La Esfera, Blanco y Negro, Hispania, Revista Contemporánea, La Voz de la Mujer, Revista Crítica Hispanoamericana, La España Moderna, revista de gran importancia en el momento y Cultura Española, revista en la que la autora llega a dirigir la sección de Literatura Moderna y donde también realiza colaboraciones sobre temas arquitectónicos su marido. Funda en 1919 Raza Española, una cuidada revista dedicada a la historia, el arte y la literatura que dirige durante doce años.

Socia del Ateneo de Madrid

Ingresa en el Ateneo de Madrid como socia de número en 1895, siendo una de las primeras mujeres en conseguirlo. Imparte también un gran número de conferencias en los Ateneos de  Barcelona, Salamanca, Sevilla, Madrid, en la Unión de Damas Españolas, en la Asamblea Americanista de Barcelona, en la Junta Superior de Beneficencia de Madrid, Asociación de Escritores y Artista Españoles y en otras corporaciones culturales y sociedades americanistas, ya sea sobre temas literarios como los dedicados a Tirso de Molina, la mística, Lope de Vega en el tricentenario de su muerte, el homenaje a Emilia Pardo Bazán o sobre temas feministas y americanistas como Las Mujeres españolas en la Guerra de la Independencia o Afirmación de la raza española.

No consigue ninguna de las tres candidaturas a las que es presentada: dos al sillón de la Real Academia Española, en 1928 por los hermanos Álvarez Quintero y otra en 1930, y la tercera al Premio Nobel de Literatura en 1928. Recibe la Cruz de Alfonso XII (1924), la Medalla de Oro del Trabajo (1931) y la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio (1949). Es nombrada hija predilecta de la ciudad de Sevilla en 1916. Las ciudades de Gijón, Sevilla y La Línea de la Concepción (Cádiz) rinden un homenaje a la escritora dedicándole el nombre de una de sus calles.

Fallece en Madrid el 15 de abril de 1956 siendo enterrada en el Panteón de Hombres Ilustres de de la Asociación de Escritores y Artistas en la Sacramental de San Justo de Madrid.