Preserving Patron Privacy in the 21st Century Academic Library
Amanda Nichols Hess, Rachelle LaPorte-Fiori, Keith Engwall
The Journal of Academic Librarianship, ISSN 0099-1333, Vol. 41, n. 1, 2015, p. 21-30
La privacidad de los usuarios es un importante factor ético para todo tipo de bibliotecas. Los bibliotecarios pueden defender la confidencialidad como un derecho individual inalienable, pero se debe asegurar en todos los aspectos de la biblioteca, más aún con la existencia de las herramientas tecnológicas del siglo XXI. Se describe la experiencia de una biblioteca de una universidad del medio oeste de Estados Unidos y se presentan un conjunto de estrategias que otras bibliotecas pueden considerar para evaluar o establecer como sus propias políticas de privacidad.
Dicha privacidad ya se reconoce en la carta de derechos de las bibliotecas de la American Library Association (ALA), donde se determina que el derecho a usar este derecho no puede ser negado por razón de origen, edad o ideología. Pero, a pesar de esto, el gobierno federal americano lo ha cuestionado frecuentemente, sobre todo a partir de los atentados del 11 de septiembre por la denominada Ley Patriota. Se controlaron los accesos a los registros de aquellos usuarios que buscaron documentos sobre, por ejemplo, cómo crear artefactos explosivos. Los bibliotecarios han visto atacada la libertad intelectual y señalan la existencia de legislación que protege este derecho tanto a nivel federal como estatal. Las únicas excepciones previstas a este derecho solo van en la línea de la transmisión de la información entre instituciones con interés educativo o ayuda financiera al alumno. Las nuevas tecnologías, ya mencionadas, suponen un desafío, porque aumentan las dificultades para bibliotecas y bibliotecarios de asegurar esta privacidad y confidencialidad. Además se observa que no existe una legislación formal para guiar a las bibliotecas universitarias en este ámbito y tampoco una guía estándar que los bibliotecarios puedan aplicar universalmente. El objetivo a desarrollar, por tanto, se centra en la regulación sistemática de los derechos de privacidad en la biblioteca con la llegada de las nuevas tecnologías y en revisar todas las políticas creadas anteriormente a esta situación. El proceso consistirá en ir hacia una declaración de privacidad que se comunique a los usuarios, recoger en ella los principios profesionales reflejados en la declaración de derechos de la ALA e incluir la actual legislación estatal y federal que defiende este derecho de estudiantes y usuarios. De todo este trabajo surge una declaración que se hace pública en la página web de la universidad que realiza y refleja el compromiso de mantener una constante información sobre privacidad y confidencialidad de los usuarios. Además existe el compromiso de continuar el proceso de investigación a través de diferentes grupos de trabajo para asegurar la protección de estos derechos en todas las áreas de la biblioteca.
Resumen realizado por la Sección de Documentación Bibliotecaria