Los documentos que deja una vida: diario personal de Jacinto Arxer i Bussalleu (parte I)
La idea común que tenemos de diario es ese documento con las anotaciones de las experiencias que va viviendo una persona, en el que se capturan recuerdos y se plasman emociones. Desligándolo de su función primaria y tratándolo como objeto de estudio, nos permite conocer a una persona, las tareas en las que desarrolló su actividad y los avatares de la época que vivió.
A finales de 2015 la Biblioteca Nacional de España recibe el donativo de 16 tomos del diario personal del escritor, maestro, cronista y bibliotecario Jacinto Arxer i Bussalleu. Se encuentran numerados del II al XVII y en ellos cuenta sus vivencias al tiempo que inserta numerosos documentos que son fruto de las experiencias que narra, o los deja contenidos a modo de caja de recuerdos, tal como él mismo comenta, para que no se pierdan.
Jacinto Arxer nace el 23 de mayo de 1877 en Setúbal (Portugal) y muere en Arenys de Mar en 1964. Fue escritor de obras teatrales y poesías, estando en lengua catalana la mayoría de las conservadas en este diario. Cursó los estudios de maestro e impartió clases a niños en el Colegio Arxer y también a los socios del Ateneo Arenyense, lugar donde se le nombró bibliotecario honorario, convirtiéndose, tal como indican los documentos, en bibliotecario perpetuo. Trabajó como redactor y corresponsal de su municipio para algunos periódicos de la época. Y, en el tema que nos ocupa, fue cronista de su vida cotidiana en la localidad de Arenys de Mar.
Debido a que el primer tomo no ha llegado hasta nosotros, el diario comienza en el tomo II, el día 7 de septiembre de 1914 y finaliza con el tomo XVII, el 13 de agosto de 1960, por lo que fue escrito a lo largo de, prácticamente, 46 años. El periodo abarcado de cada diario es variable: en los dos primeros que se conservan invierte 13 y 8 años respectivamente, pero los siguientes los completa en un año, lo que deja ver que fue una actividad a la que dedicó tiempo y en la que se involucró plenamente, escribiendo tomos de unas 500 páginas los más breves, llegando a sobrepasar las 1000 páginas los más extensos.
Todos los diarios contienen su exlibris, una escena de tres hombres trabajando las letras sobre un yunque, con las palabras “Pedagogía, Paciencia, Constancia”. En su interior, la tipología de documentos es variada: recordatorios de nacimiento, comunión, defunción y religiosos, recortes de publicaciones, facturas, felicitaciones navideñas, tarjetas de visita, invitaciones, entradas, programas de actos, carteles de mano, menús, dibujos, manualidades, y pequeños objetos. Pero los grupos más numerosos son el de fotografías, tarjetas postales, correspondencia y documentación personal, además de las cuantiosas poesías que deja manuscritas en el propio diario.
Ámbito profesional y laboral
Jacinto Arxer dedicó gran parte de su vida a la enseñanza, para lo que primeramente se formó en el Instituto General y Técnico de Gerona y adquirió el Grado de Maestro de Primera Enseñanza Elemental. De este periodo, los cursos de 1907/08 hasta 1909/10, se conservan justificantes de pago de los derechos de examen de las distintas asignaturas que cursó, donde figuran las calificaciones que obtuvo.
Su trabajo en el Colegio Arxer apareció publicitado en anuncios, en los que aparecen las materias, profesores y horarios, otros, informaban de las clases nocturnas gratuitas que ofrecía a los socios del Ateneo Arenyense y sus hijos, en las que impartía cultura general y ortografía catalana.
Del cariño hacia sus alumnos conserva fotografías en las que posa con el conjunto de la clase, de excursiones al aire libre realizadas con ellos, de sus comuniones, sus bodas (a alguna asistió como testigo) e incluso de los hijos que tuvieron sus pupilos. Más sentida es una entregada por uno de sus discípulos días antes de marchar a hacer el servicio militar, o la de uno de sus mejores alumnos, con traje militar, del que indica que murió en la Guerra de Annual.
De las actividades que se realizaban en el colegio podemos encontrar una invitación para la exposición de trabajos escolares, un programa de la función escolar que incluye la representación de la obra “El abuelo de la montaña” o “Virtut premiada”, ambas compuestas por él, o una hoja manuscrita con una composición redactada por un alumno de una excursión que hicieron con el colegio.
Su labor en la enseñanza quedó reflejada en la prensa de la época. Es por ello que guarda recortes como, por ejemplo, el que contiene una fotografía de los maestros y maestras que han sido homenajeados con motivo de sus bodas de plata, en la que muchos de ellos posan con su diploma en la mano. La correspondencia nos cuenta que formaba parte de la Asociación del Magisterio Particular, fundada en 1931 en un Congreso al que asistió, y de la que fue nombrado Delegado de la Comarca de Arenys de Mar. O también que, en el año 1954, de parte de la Federación de Centros de Enseñanza, le fue otorgada una distinción honorífica junto a otros maestros que dedicaron su vida a la enseñanza privada.
Además, la correspondencia nos permite saber que la Junta del Ateneo Arenyense lo designó bibliotecario del Ateneo. Más tarde fue nombrado Bibliotecario Honorario y, finalmente, se le nombró Regente Administrador de la Biblioteca de la Entidad con carácter vitalicio en 1952.
Su carrera de periodista fue más breve, pero eso no ha impedido que se conserven documentos personales como un pase de prensa de 1932-1933 como corresponsal del diario “Las Noticias”, un carnet de corresponsal del Diario Gráfico de Madrid “Ahora” o un recorte de la revista “La Costa de Llevant” de Canet de Mar en la que también fue corresponsal informativo.
Jacinto Arxer, además, tiene una faceta de dibujante. Son ejemplos los contenidos en el sello de la Unión Ajedrecista de Arenys de Mar o el exlibris de la biblioteca del Ateneo de Arenys de Mar, con inscripción "No hay libro tan malo que no tenga algo bueno”.
El diario confirma que tenía alma de poeta; por eso en él encontramos muchas poesías suyas, la gran mayoría manuscritas y en lengua catalana. En ellas trató temas íntimos, como es el caso de “Portugal” dedicada a su patria, “Tristor” dedicada a la memoria de su madre o “Lamentos” escrita cuando cumplió 74 años. Hay un grupo que compuso para leer en grandes celebraciones, como la dedicada a la Sociedad Coral “La Esperanza” o la leída por los festejos a beneficio de los Homenajes a la Vejez. Pero la mayoría están compuestas para regalar a amigos, para conmemorar celebraciones como un bautizo o comunión, o para futuros desposados; tal es el caso de “Núpcies”, escrita para que un joven entregue el ramo a una señorita con la que ha de contraer matrimonio.
Ámbito familiar y vida personal
No hay colección de recuerdos sin fotografías, de las que hay un gran número conservadas. Entre ellas también hay un pequeño conjunto de carte de visite en las que principalmente aparecen familiares cercanos. En una de ellas nos deja indicado: “Pongo este retrato de mi padre pues no quiero que vaya por la basura”. Es curioso ver cómo parece que intentó guardar un retrato propio de cada año que pasaba, ya que desde sus 38 hasta sus 82 años tiene prácticamente uno por año, posando siempre muy elegantemente vestido. En el de 1939 deja indicado que “quise retratarme con mis dos condecoraciones, la Cruz de Caballero de Isabel la Católica y la Medalla de plata de la Caja Postal”.
El grueso de fotografías son retratos de familiares o amigos, o junto a ellos en celebraciones como bodas o excursiones. Muchas le llegaban de lugares lejanos, como es el caso de sus tíos y primos del Perú y amigos en Francia o Lisboa. Del mismo modo le llegaron cartas, postales o felicitaciones de Navidad de las que llama la atención la de la Biblioteca Nacional, enviada en 1955 a todas las bibliotecas del mundo.
Hay un pequeño y curioso grupo de tarjetas de visita, mediante las cuales también se transmitían mensajes, como las que contienen el pésame por la muerte de su padre u otras interesándose por su salud. Destacan las de personalidades como el conde de Romanones o la de Jacinto Benavente.
El grupo de tarjetas postales es numeroso. Unas fueron adquiridas por él y otras procedían de personas queridas. Hay varias postales extranjeras: de Perú, Francia, Portugal o Andorra, así como de sus viajes por España a Bilbao, Madrid, Zaragoza o Sevilla. Algunas son de pueblos cercanos como Montseny o Tossa, y además se conservan postales con escenas de su pueblo, como la pesca de la langosta en los viveros del restaurante Monte Calvario. Otras, nos muestran acontecimientos históricos como la Revolución del 5 de octubre, de Manuel II y la proclamación de la República Portuguesa, o la serie relativa a la Exposición Internacional de 1929 en Barcelona.
Quedan guardados aquí algunos tickets: la entrada de la excursión científica realizada con sus discípulos al Tibidabo para visitar el Observatorio Fabra o dos entradas de butaca de platea del Teatro Poliorama de Barcelona de la función de noche. También hay facturas de algunas de las pensiones en las que se hospedó o de las comidas de los viajes que realizó a Córdoba, Andorra, Mallorca, Santander, etc.
En las memorias de Jacinto Arxer hay una buena representación de recordatorios. Son numerosas las participaciones de nacimiento y bautizo, documentos donde se suelen anunciar ambos acontecimientos y presentan gran originalidad en los diseños, como es el caso de uno en forma de telegrama. Otro ejemplo son los recordatorios de la Primera Comunión, principalmente recibidos de sus alumnos del Colegio Arxer.
Perdió a su padre siendo él aún niño y su hermano mayor murió con 28 años, por lo que su familia la formaban su madre Carmen y su hermana Teresa. En los diarios nos habla de la pérdida de ambas, dejando documentos de estos hechos. Hay recordatorios de defunción, recortes de prensa de necrológicas de ambas o todas las facturas de los gastos de los entierros: las esquelas, el servicio de coches fúnebres, pago de cirios y candelas, el pago del ataúd a la fustería mecánica, o la ropa de luto en una tienda especializada en géneros negros.
No podemos pasar por alto los documentos personales como un DNI, dos pasaportes que incluyen sus huellas dactilares, una libreta de ahorro o documentos para acudir al Ayuntamiento para ser tallado por entrar ese año en quinta. De sus familiares quedan conservados el registro general de actos de última voluntad de su hermana Teresa o el certificado de buena conducta de su padre, expedido por la Iglesia Parroquial de Arenys de Mar, sobre la conducta moral y religiosa de Don Joaquín Arxer, buena e irreprensible.
Jacinto Arxer era devoto y tenía la religión muy presente en su vida. Guarda alguna estampita religiosa, destacando dos de la Virgen que fueron regalo de su madre: una que le regaló el primer día que fue al colegio y otra que tenía su madre desde los seis años.
En las cartas leemos que fue invitado a numerosos actos religiosos, como los retiros espirituales del Convento de Capuchinos o para recibir las reliquias de San José de Calasanz. Conserva recordatorios religiosos entregados en su parroquia por distintos actos y otros de amigos por sus primeras misas o bodas sacerdotales de oro o plata. Además, de las actividades religiosas a las que asistió, nos deja programas como el que contiene los festejos con los que Arenys de Mar celebró la reintegración de la imagen del Santo Cristo del Monte Calvario a la capilla recién restaurada.
OBRAS EN LA BIBLIOTECA:
- Mi vida : memorias / por Jacinto Arxer Bussalleu
Arxer i Bussalleu, Jacinto (1877-1964) , autor
MSS/23385-MSS/23400
1914-1960 - Astucia [Texto impreso] : Juguet en un acte i en prosa
Arxer i Bussalleu, Jacinto 1877-1964
T/28982
1921 - L'Avi de la Montanya [Texto impreso] : Rondalla... en un acto
Arxer i Bussalleu, Jacinto 1877-1964
T/27590
1922 - Esglais [Texto impreso] : Comedia en un acte
Arxer i Bussalleu, Jacinto 1877-1964
T/28790
1921 - La guerra civil a Arenys de Mar [Texto impreso] 1ª ed.
Arxer i Bussalleu, Jacinto 1877-1964
10/133724
1999 - Melangía d'amor [Música notada] : romança per a cant y piano a soprano o tenor
Heras y Esther, Jacinto
MP/368/28
1926