La BNE, una Biblioteca de todos y para todos
Civil Rights March on Washington, D.C. [Leaders of the march], 08/28/1963 [Fuente: The U.S. National Archives]
En 2016 el político y activista John Lewis consiguió el National Book Award en EEUU, por March, un libro en el que relata sus memorias, siendo la primera vez que una novela gráfica conseguía ser galardonada con el premio literario más prestigioso de EEUU. John Lewis, uno de los íconos de la lucha por los derechos civiles de la comunidad negra en Estados Unidos, pronunció un emotivo discurso de agradecimiento al recibir el premio y dedicó unas impactantes palabras a las bibliotecas: “recuerdo en 1956 cuando tenía 16 años ir a la biblioteca pública con algunos de mis hermanos para intentar obtener el carné de lector y cómo los bibliotecarios nos dijeron que ese lugar era para blancos”. Han pasado pocos años desde entonces pero mucho tiempo.
Afortunadamente, hoy en día, este tipo de situaciones están siendo combatidas enérgicamente y son muchos los organismos que trabajan para asegurar el derecho de todos los ciudadanos a la información y la cultura. Muestra de ello son las iniciativas y proyectos que se están llevando a cabo en el seno de instituciones tan importantes como la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) o la IFLA (Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas):
- En el Manifiesto de la IFLA/UNESCO sobre la biblioteca pública de 1994 se especifica que los servicios de la biblioteca pública se prestan sobre la base de igualdad de acceso para todas las personas, sin tener en cuenta su edad, raza, sexo, religión, nacionalidad, idioma o condición social. Igualmente determina que deben ofrecerse servicios y materiales especiales para aquellos usuarios que por una u otra razón no pueden hacer uso de los servicios y materiales ordinarios, por ejemplo, minorías lingüísticas, personas con discapacidades o personas en hospitales o en prisión.
- En las Directrices IFLA/UNESCO para el desarrollo del servicio de bibliotecas públicas de 2001 se definen un conjunto de aspectos necesarios para garantizar el acceso a la información para todos los miembros de la comunidad: igualdad, acceso universal, colecciones adecuadas a todos los usuarios, servicios móviles (dirigidos a quienes no pueden acudir a una biblioteca debido, por ejemplo, a una discapacidad física o sensorial o a la falta de transportes), equipamientos adaptados, etc.
- La Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible reconoce que el acceso a la información es crucial. En este aspecto las bibliotecas juegan un papel fundamental ya que ofrecen un lugar desde el que acceder de manera pública a diferentes recursos informativos, incluyendo a Internet, y se aseguran de que la gente tenga las destrezas necesarias para acceder a la información.
Todo esto refleja que felizmente los tiempos están cambiando y no debemos quedarnos en aquella época de la que hablaba John Lewis. Hoy en día, en nuestra sociedad, las bibliotecas son un ejemplo de instituciones abiertas, plurales y accesibles; instituciones que han luchado por la igualdad y contra todo tipo de discriminación.
La Biblioteca Nacional también ha ido cambiando sus normas de acceso a lo largo de su historia para convertirse en la institución abierta y de servicio público que es hoy. Es cierto que aún puede pervivir una imagen de institución “difícil”, de edificio al que no puede acceder cualquiera, de servicios que no podemos disfrutar todos. Pero nada más lejos de la realidad: la BNE trabaja para que todos aquellos que deseen conocerla, utilizar sus servicios, consultar sus fondos y disfrutar de sus actividades puedan hacerlo.
Es preciso recordar que las bibliotecas nacionales son instituciones que trabajan para conservar la cultura bibliográfica y documental del país con el principal objetivo de poder difundirla a los ciudadanos. Es cierto que, debido a esta doble misión (la difusión a los ciudadanos y la conservación) pueda parecer que en ocasiones, la BNE adopta medidas muy estrictas en la consulta de los documentos, pero debemos comprender que con estas medidas no se busca limitar el acceso al conocimiento sino todo lo contrario. Puede que no sea posible consultar un ejemplar físico determinado porque las condiciones para su correcta conservación no lo permitan, pero siempre se pondrá a disposición de los usuarios una reproducción del mismo o una edición más moderna. De este modo se logra que la información contenida en nuestro patrimonio cultural no solo pueda ser consultada por los ciudadanos actuales sino también por las generaciones futuras.
Desde su fundación, la BNE ha sufrido una importante evolución que le ha permitido adaptarse a los cambios de la sociedad y las necesidades de sus usuarios. En 1712 Felipe V creó la Biblioteca Real con un doble objetivo: fomentar el estudio de sus súbditos y reunir las bibliotecas de los nobles emigrados. Fue en 1836 cuando la Biblioteca dejó de ser propiedad de la corona y pasó a depender del Ministerio de la Gobernación recibiendo por primera vez el nombre de Biblioteca Nacional.
Salón de Lectura de la BNE
Allá por 1837 se permitió por primera vez el acceso para el estudio en la BNE a una mujer, por petición de Antonia Gutiérrez Bueno (autora del Diccionario histórico y biográfico de mujeres célebres). El director de la Biblioteca, Joaquín María Patillo, dispuso una sala en la planta baja para que pudiera dedicarse a sus estudios y finalmente la Reina Regente, María Cristina de Borbón, resolvió que el acceso a dicha sala no fuese solo para Antonia Gutiérrez sino para todas las mujeres que quisieran acudir (hasta entonces solo se les había permitido ir de visita, los feriados, y con permiso del Bibliotecario Mayor). Casi un siglo después, en 1931, se creó la Sala General destinada a estudiantes, obreros y lectores populares, que debido a la influencia masiva tuvo que trasladarse en 1932 a una sala de mayor capacidad.
Así, progresivamente se ha ido ampliando el acceso, creando salas y mejorando los servicios para lograr el mayor beneficio, tanto en la conservación de los documentos como en la atención a los usuarios. Hoy en día la BNE ofrece tres salas especializadas (Sala Cervantes, Sala Goya y Sala Barbieri), el conocido Salón General, la Sala de Prensa y Revistas, la Sala de Información Bibliográfica, la Sala de Documentación Bibliotecaria y la Sala de consulta ubicada en la sede de Alcalá de Henares, además de la recién creada Sala de trabajo en grupo. Asimismo cuenta con dos salas de exposiciones y un salón de Actos.
La Biblioteca Nacional de España es, pues, una institución de la que todos podemos formar parte, solo es necesario saber que buscamos y que maneras tenemos de formar parte de ella. Si necesitas usar sus fondos, si tienes curiosidad por conocerla, si deseas participar en sus actividades… ¡veamos, hagamos un repaso por las diferentes formas de acceder y disfrutar de la BNE!:
- Carnés: Si lo que deseas es consultar los fondos de la BNE existen varios tipos de carnés que podrás obtener dependiendo de la naturaleza de la consulta que vayas a realizar. Versionando a Ranganathan (matemático y bibliotecario de la India) y sus cinco leyes de la Biblioteconomía: “a cada usuario su carné; a cada carné su usuario”. Con los carnés de la BNE podrás acceder a las diferentes salas y consultar sus fondos, participar en los cursos de formación de usuarios, utilizar la sala de trabajo en grupo… Te animo a que consultes nuestro post Dime qué buscas y te diré qué carné necesitas donde explicamos el carné que más se adapta a ti. Se pueden obtenerlo directamente en la Sala de Información General y Carnés, o lo puedes solicitar a través de la Web y en un plazo máximo de 72 horas podrás recogerlo en la BNE.
- Formación de usuarios: Los cursos de Formación de Usuarios te ayudarán a conocer mejor la biblioteca y a sacar el máximo provecho de ella. La BNE ofrece diversos cursos: básicos, especializados y video tutoriales. Puedes apuntarte a ellos por correo electrónico, teléfono o en la sala de Información General y Carnés.Si no posees el carné de la BNE pero tienes curiosidad por conocerla y disfrutar de sus fondos la biblioteca ofrece varios servicios y actividades para que puedas hacerlo:
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Jornada de Puertas Abiertas
Visitas guiadas: para todos aquellos que quieren tener un primer contacto, son una excelente forma de asomarse a la Biblioteca, conocer su edificio y acercarse a su historia. La BNE ofrece varios tipos de visitas y recorridos: visitas para público general (individuales y para grupos), visitas escolares, visitas especializadas y la Jornada de Puertas Abiertas (en la que además de realizar un recorrido por el edificio, se incluyen espacios cuyo acceso está normalmente restringido y se muestran algunas de las obras más singulares)
- Actividades culturales: Jornadas, ciclos, mesas redondas, presentaciones de libros, talleres (infantiles, juveniles y para todos los públicos), conciertos y mucho más. La BNE organiza mensualmente un amplio abanico de actividades que pueden disfrutarse de forma gratuita. Aquellas que se desarrollan en el Salón de Actos tienen aforo limitado así que no te olvides de consultarlas en la Web o apuntarte al Boletín de actividades para no perderte ninguna que te interese.
- Exposiciones: La BNE organiza anualmente varias exposiciones que se pueden visitar libremente y de forma gratuita para todos aquellos deseosos de ver ediciones asombrosas de importantes obras, dibujos y grabados, manuscritos de los más célebres escritores o cualquiera otro documento de interés que normalmente es difícil consultar.
Y si no puedes venir a visitarnos y disfrutar de todos estos servicios presenciales, no te preocupes: desde la web de la BNE puedes acceder al catálogo, a sus colecciones digitalizadas y disponibles en Biblioteca Digital Hispánica o Hemeroteca Digital, a servicios en línea, proyectos digitales...
La BNE ha realizado un gran trabajo con la digitalización de innumerables documentos, que pueden ser consultados no solo en las sedes físicas de Recoletos y Alcalá de Henares, sino desde cualquier lugar con acceso a Internet, rompiendo las barreras geográficas. Así que, si no vives en Madrid o no puedes visitar la Biblioteca tanto como te gustaría, la BNE te acerca parte de sus fondos para que puedas consultarlos desde casa, el trabajo o allá donde los necesites.
Como ves, la Biblioteca Nacional de España no es sólo un gran almacén de libros reservado a unos pocos: es mucho más, y todos podemos formar parte de ella. Si ya eres usuario sabrás todo lo que la Biblioteca puede ofrecerte y, si aún no lo eres ¡anímate a conocerla y formar parte de esta gran comunidad!