Un mapa lejano en el tiempo: el proyecto de geolocalización de relaciones de sucesos
“El escritor Robert Louis Stevenson dijo en cierta ocasión que había oído hablar de unos hombres extraños a quienes no les interesaban los mapas, pero que no creía en su existencia”[1] . Con esta frase los comisarios de la exposición “Cartografías de lo desconocido: Mapas de la BNE” abrían el catálogo de la misma. Nos ha parecido interesante recordarla porque hoy vamos a hablar de un mapa. Sin embargo, no es uno de los miles que alberga el Servicio de Cartografía ni está impreso o dibujado sobre un soporte físico. Se trata del mapa de relaciones de sucesos que hace un año publicamos en la web de la BNE y que fue elaborado por el Servicio de Reserva Impresa mientras se identificaban y catalogaban las más de 4000 ediciones de relaciones de sucesos que custodia. A juzgar por el número de visitas (supera ya el medio millón), creemos que la afirmación de Stevenson no ha perdido vigencia.
Quienes ya hayan entrado a curiosear este recurso sabrán que contiene la descripción y el enlace a la digitalización de cientos de relaciones de sucesos, documentos que relataban los hechos más importantes ocurridos en cualquier parte del mundo conocido y que suscitaban el interés y la curiosidad del lector[2].
Visto en su conjunto, este mapa es un puro anacronismo: acontecimientos ocurridos hace cuatro o cinco siglos se muestran sobre unas fronteras territoriales que entonces no estaban, ni eran siquiera imaginables, ya que son las actuales. Podríamos decir que se representan hechos lejanos en el tiempo, pero cercanos en el espacio, de manera que algunas de las personas que lo han consultado han visto el campo de batalla desde su casa y otras se han sorprendido al saber que cada mañana, de camino a la oficina, atraviesan un arco triunfal.
Lo que queremos contarles hoy en el blog es cómo se elaboró este mapa y se identificaron esos lugares, tarea que fue fácil en muchos casos, algo más complicada en otros y terriblemente difícil en unos pocos que todavía se nos resisten. Así que, si es usted un apasionado de los mapas y la geografía, tal vez pueda echarnos una mano.
Selección del tema y localización del lugar
El primer paso era identificar el tema principal del que trataba el suceso narrado, de manera que luego pudiera hacerse una visualización similar a la estructura de un periódico actual, que agrupa las noticias en secciones. Se establecieron las siguientes categorías:
- Fenómenos de la naturaleza: terremotos y huracanes, inundaciones, tempestades, incendios, erupciones volcánicas y fenómenos astronómicos
- Histórico-políticas: armada, diplomacia, política, piratería y sucesos bélicos
- Solemnidades y fiestas: fiestas, entradas triunfales, defunciones y exequias, viajes, nacimientos y bautizos, matrimonios, coronaciones y otras solemnidades
- Religión: catolicismo, fiestas religiosas, milagros, autos de fe, martirios, conversiones e islam
- Delitos: homicidios, robos y otros
- Curiosidades y maravillas: maravillas, monstruos y brujería
- Otros sucesos: temas misceláneos, plagas y epidemias, naufragios, usos y costumbres.
El mapa permite ver todas las relaciones de un solo vistazo o seleccionar uno o varios temas, si el lector solamente está interesado en algún aspecto determinado.
A continuación, se identificaba el lugar donde había ocurrido el suceso. La mayoría de los textos incluyen referencias precisas. Por ejemplo, sobre el lugar de nacimiento de una niña siamesa se indica “que nació en la Villa del Campo”, Extremadura (VE/24/15); sobre el hallazgo de los libros plúmbeos de Granada se indica que estos se encontraron a “medio quarto de legua desta ciudad de Granada, en la questa o monte alto de lo que llaman Valparayso” (MSS/6437(H.5R.-5BISV.); o se localiza una de las operaciones militares de la Guerra de la Liga de Augsburgo entre dos localidades de Girona, “à media legua de Castell-Follit, camino de la Villa de Besalù” (VE/100/48).
A veces, el topónimo se cita “de oídas” por el soldado o testigo que lo narra y su ortografía no coincide con la actual. Para estos casos nos hemos ayudado de libros de historia y blogs especializados en operaciones militares, así como de libros de toponomástica, diccionarios, etc.
Algunos narradores eran muy precisos en sus indicaciones geográficas, como el de esta relación que cuenta la erupción del Vesubio de 1631, quien indica que sucedió “en la falda de la nombrada montaña de Soma, nombrada por otro nombre monte de Vesuuio, distante seys millas de la hermosissima Ciudad de Partenope, y por otro no[m]bre Napoles” (VE/53/110).
La Ciudad de San Jorge en la Hungría Superior
Sin embargo, la localización en muchos casos ha sido solo aproximada, identificando el país, pero no el pueblo o ciudad. En el ejemplo que veremos a continuación, el narrador no ha escatimado en detalles y sin embargo solo hemos identificado la zona. Se trata de la relación que lleva por título Relacio dels maravillosos, y horrendos prodigis que han aparegut per lo ayre, sobre la ciutat de San Iordi en la Vngria Superior / traduida de Italià, en Cathalà, per un Caualler de la ciutat de Girona. (VC/118/1).
¿Existe o existió una ciudad en Hungría dedicada a San Jorge? Lo desconocemos, así que buscamos en el texto la descripción del lugar, que dice así: “la ciutat de sant Iordi en Ripa al Riu Torna, lluny vint millas del tant anomenat estany de Balaton en la Vngria Superior” que podría traducirse como “la ciudad de San Jordi (o San Jorge) en la ribera del río Torna, a 20 millas del llamado lago Balaton”. El río y el lago no han cambiado de nombre, por lo que debería encontrarse en esta zona.
Como no se trata una batalla o suceso conocido, sino de unas formas prodigiosas que se vieron en el cielo de esta ciudad húngara, no hemos encontrado una fuente de referencia que nos pueda ayudar.
Pero no tenemos que irnos a la lejana Hungría para perdernos en el mapa. Todo parece indicar que “villa de Eruena” está en territorio hispánico y, sin embargo, no hemos podido identificarla. Se nombra en esta relación: Admirable sucesso, el qual trata como en la villa de Eruena, vn rico hombre de mala vida tenia en su casa y heredades, grandes y ferozes mastines, con intencion que no se atreuiesse a llegar ningun pobre a su puerta y se alabaua, que a aquellos le ahorrauan cada vn año quarenta fanegas de trigo. Dase cuenta de muchos malos pensamiẽtos que este mal hombre tenia para con Dios y su proximo. Assi mismo vn milagro del santissimo Sacramento, y de como, por no pretender emienda, le castigò la justicia diuina, y los propios perros le despedaçaron (R/12176/12)[3] . En el texto solo indica que Eruena era “un buen lugar” y como no se relatan hechos históricos que podamos identificar, esta relación no se ha podido incluir en el mapa.
Desde la BNE queremos agradecer el interés a todos aquellos que han disfrutado de este recurso e informarles de que sigue en constante actualización: se están añadiendo los enlaces a más digitalizaciones e introduciendo alguna noticia más. Además, puede que después de la publicación de este post alguien nos envíe la localización exacta de la ciudad de San Jorge o de la villa de Eruena.
[1] Cartografías de lo desconocido: Mapas en la BNE (2017), pág. 15
[2] Son el germen de la prensa y tuvieron un gran éxito en el siglo XVII, aunque empezaron a publicarse mucho antes impulsadas por las nuevas rutas de correos y la invención de la imprenta. Para saber más sobre este género y la colección.
[3] Tenemos también la edición publicada en Madrid (sign.: 3/82744)
Un proyecto muy interesante y un post fantástico. ¡¡¡Muchas felicidades!!!