Marisa Manchado Torres, Premio Nacional de Música 2024: una conversación sobre las mujeres y la música
Marisa Manchado es compositora y pianista. A su labor como compositora se une su labor como profesora y, sobre todo, como investigadora de nuevos medios de expresión musical dentro de la música electrónica y experimental. Reciente Premio Nacional de Música 2024, el jurado destacó, al respecto de su ópera La Regenta, “la integración de estilos innovadores e híbridos” y subrayó la constante “búsqueda de nuevos formatos y lenguajes (…) a través de la que da voz a un personaje femenino icónico”. Esto marca otro de los aspectos importantes de la obra de Marisa Manchado: su compromiso con el feminismo, su trabajo para dar a conocer la obra de otras mujeres y sus colaboraciones en el ámbito musical, social y político para revalorizar un repertorio musical alejado de los viejos cánones.
![Marisa Manchado](/sites/default/files/styles/ancho_completo/public/repositorio-imagenes/marisa-manchado_1.png?itok=TMZ4kTOl)
La Biblioteca Nacional de España conserva el archivo personal de Marisa Manchado donado por ella misma. Un archivo riquísimo que contiene toda su obra musical, partituras, borradores, grabaciones sonoras con ensayos e improvisaciones inéditas, además de otra documentación diversa como correspondencia y recortes de prensa. Es un archivo vivo, puesto que Marisa sigue generando documentación y, además, no solo habla de ella, sino también de toda una generación musical, un momento social y político desde donde se reivindica el trabajo de muchas mujeres en la música.
![Archivo Marisa Manchado](/sites/default/files/styles/ancho_completo/public/repositorio-imagenes/archivo-marisa-manchado.png?itok=FVad5EPm)
Con ocasión de la donación de su archivo personal al Departamento de Música y Audiovisuales de la Biblioteca Nacional de España, mantuvimos una conversación con ella acerca de su compromiso con la música y el feminismo el 18 de septiembre de 2024. Hoy publicamos esa entrevista para celebrar el día de Santa Cecilia, patrona de la música y de los músicos, y también la felicitamos por su reciente Premio Nacional de Música 2024.
Juan Bautista Escribano. - Marisa, tú que eres una pionera que en los 80’ ya estabas comprometida con la música y el feminismo, ¿qué te parece aquella época comparada con esta? ¿Crees que sirvió de algo tanto compromiso?
Marisa Manchado. - Ha servido muchísimo. Fundamentalmente porque las que éramos jóvenes en aquella época, muchas han estado en puestos de poder y responsabilidad y han podido cambiar cosas. La ley de igualdad de 2007 fue muy importante y se ha popularizado, en el buen sentido de la palabra, la idea de que mujeres y hombres somos iguales.
María Jesús López Lorenzo. - ¿Y en cuanto a la música, a los repertorios?
M.M. – En la cosa concreta musical todo va más despacio. Pero bueno, es que la música académica sigue siendo un espacio que se nutre del pasado, lo cual está muy bien, pero esto hace que le cueste mirar hacia el futuro, ser más flexible. Quiero decir que en este sector musical somos menos las mujeres, posiblemente por la extrema y dilatada dedicación que el oficio requiere y dentro de las mujeres no ha pasado como en el cine, que han conseguido lo que no se ha conseguido en ningún otro arte, quizás porque es el arte más joven y por tanto más dinámico. Una mujer que estrena una película ya no se ve como algo excepcional, sin embargo, nosotras las músicas, seguimos estando en esa excepcionalidad, todavía, que desde luego no beneficia a nadie. En resumen, cuesta cambiar la inercia patriarcal, yo diría, aunque ¡claro! el sector ahora es mucho más abierto que hace unos pocos años, y esto es general en el mundo de la música académica, en España y en todos lados. En nuestro caso especial yo siempre pongo el ejemplo de la Asociación Madrileña de Compositores de la que fui primera presidenta y fundadora. En origen se llamó Asociación de Compositores y Compositoras y aquello causó tal revuelo que hubo que convocar una asamblea general donde se cuestionaba que se llamara así porque se daba por hecho que el masculino era el sustantivo genérico. Estamos hablando de finales de los 90. Ahora, 25 años después, ya se asume que se llame Asociación de Compositores y Compositoras y empieza a estar integrado, pero han tenido que pasar 25 años.
M.J.L.L. – En cuanto a intérpretes o directores de orquesta, ¿has notado reticencias a la hora de interpretar repertorios creados por mujeres?
M.M. –Se van adaptando por la fuerza de la evidencia. El problema de las compositoras, y yo incluiría también a las directoras de orquesta, es que no nos toman en serio, como siempre dice una muy buena compositora y amiga mía, y esto sucede simplemente por el azaroso hecho de ser mujeres. Seguimos siendo el “segundo sexo”.
M.J.L.L. – ¿Consideras que vuestros repertorios se interpretan menos que los de los hombres?
M.M. – En lo referente a Repertorio y Genealogía, así con mayúsculas, muchísimo menos. Es tremenda la carencia de repertorio femenino en el mundo y ¡claro! En España. Unas señoras como María Rodrigo, como María de Pablos, las compositoras de la Edad de Plata... Si pensamos y hablamos del siglo XIX, la cantidad de mujeres que había - ahí están sus partituras -, casi nunca son interpretadas. No estoy hablando de mi generación o de las más jóvenes, ¡no!, he ido a nombrar una que es un absoluto referente, solo un pequeño ejemplo, los ‘Ayes’ para piano y voz de María Rodrigo, que son unas canciones estupendas, apenas se escuchan.
J.B.E. – Cuando hiciste aquellos programas en la radio en los 80, Mujeres en la Música, se llama el programa…
M.M. – Si, con Amelia Díe, que era entonces redactora-jefe de la revista musical Ritmo y apoyaba todo lo que tuviera que ver con las mujeres y la música. Y también estaba una abogada y a la sazón estudiante de música, Dolores Tanarro, muy activa en el feminismo…
J.B.E. – Esta iniciativa radiofónica y otras, ¿las tomabas como una especie de rebeldía o de una cuestión de justicia?
M.M. – Ni rebeldía ni justicia. Aquello surgió después de que estuviera becada en los cursos internacionales de música contemporánea de Darmstadt, creo que fue en 1982. Allí conocí a la pianista y compositora Barbara Heller y recuerdo los encuentros con más compositoras alemanas, danesas y centroeuropeas. Tengo una anécdota muy divertida de esas reuniones en una de las cuales se llegó a cuestionar la autoría del concierto de Robert Schumann; se decía que Clara Schumann hace, cuando tiene 15 años, su Concierto para piano en La menor y unos años después está también en La menor el concierto de su marido… Desde luego se sabe que Clara revisaba las obras de su marido, pero cuestionar el canon de esa manera… ¿Hasta qué punto ese concierto es todo de él o de ella? Para mí supuso un auténtico shock. Yo tenía entonces 26 años y poner patas arriba el canon… ¿Cómo osas decir que el gran Robert Schumann…? Fue un antes y un después…
(…) Cuando volví, recuerdo que publiqué algo en Ritmo y le propuse a Amelia que se podría hacer algo en la radio. Amelia y Dolores se conocían del movimiento feminista y las tres grabamos un programa piloto en Radio Clásica, que entonces se llamaba Radio Dos, y fue fenomenal. ¿Aquello fue rebeldía o justicia? No. Aquello era una cosa normal para nosotras.
M.J.L.L. - ¿No tuvisteis a la gente en contra en ese momento?
M.M. – No, al contrario. Recibimos muchas cartas de apoyo. A todos/as les pareció muy bien que hiciéramos un programa que se llamara ‘Mujeres en la música’. Y no solo eso … Radio Clásica, cada vez que tiene una efeméride o tiene que recordar grandes programas, siempre ponen alguno nuestro.
Había muchas compositoras y muchas intérpretes y para nosotras era normal, que nunca nos habían hecho mucho caso, que había que protestar contra el patriarcado que estaba extendido por toda la sociedad y esa era nuestra forma de hacerlo.
M.J.L.L. - Cuando compones, ¿piensas en mujeres para la interpretación?
M.M. – No, en todo caso pienso en el o la intérprete en particular, porque conozco sus posibilidades, sus registros… Yo con los intérpretes nunca tuve problema, con los directores es diferente. A mí me costó mucho llegar a una orquesta. Por aquello de que no nos toman en serio, porque también hay una falta de confianza en nosotras mismas, es decir, tanto se nos cuestiona que hay un momento en que dudas de ti misma…
M.J.L.L. – Lo asumes…
M.M. – Claro. La primera vez que yo estreno con una orquesta tengo treinta y tantos, y sabiendo lo que había no tuve problemas. También ellos sabían que yo no me iba a callar si aquello no funcionaba… pero he visto cuestionar la obra de una compositora ¡magnífica! delante de todo el mundo.
M.J.L.L. – Misoginia…
M.M. - El mundo de la música es bastante misógino, unos sectores más que otros ¡claro! porque aquí hablamos de la música académica, pero si habláramos de las músicas populares, ¡eso es increíble, todavía hoy! Y en general el mundo del arte, del pensamiento, de la investigación… aunque sea en el inconsciente.
M.J.L.L. - ¿Por qué crees que, por ejemplo, en la historia de la literatura hay tantas mujeres y en la historia de la música no, hasta casi finales del siglo XX?
M.M. – Para empezar, en el mundo de la música académica hay muchas mujeres y siempre ha habido, solo que son silenciadas sistemáticamente, se mueren y desaparecen. Para continuar, la música ha estado siempre y ahora también, muy vinculada al pensamiento, además de ser un lenguaje completamente abstracto, mientras que la literatura se expresa con palabras. En ese sentido es un arte, entre comillas, más “concreto”. Esto por un lado y por otro, la música necesita intermediarios, intérpretes; la literatura es, de nuevo entre comillas, más “doméstica”, puedes escribir en casa tranquilamente, aunque ¡claro! necesitas luego la edición y la difusión de las obras. La música se vincula con el pensamiento racional y las matemáticas. El mundo actual tiene un nuevo tótem que es la tecnología, la cual se construye mediante un uso muy particular y específico de las matemáticas. De hecho, la música occidental es muy racional. No es una música sensitiva y tímbrica como la oriental, ni es una música instintiva y vital como la nativa americana o africana. Por último, yo creo que históricamente en la literatura las mujeres han sido más reivindicativas y los hombres más sensibles, más permeables, mientras que en el mundo de la música, salvo importantísimas excepciones como es el caso de Ethel Smyth, la gran compositora y sufragista británica, hay mucha lamentación pero poca reivindicación. Como ejemplo los diarios de Clara Wieck-Schumann, ¡terribles!... bueno, no lo sé, en cualquier caso y muy afortunadamente esto va cambiando, en hombres y mujeres.
J.B.E.- ¿Conoces la iniciativa de una musicóloga valenciana que está haciendo un repositorio sobre compositoras?
M.M. – Si, ¡claro! es Sakira Ventura.
J.B.E. – Eso es. ¿Conoces más iniciativas similares fuera de España?
M.M. – No. Fuera de España la musicología feminista está muy vinculada a la universidad, a la investigación académica. A España llegó mucho más tarde. Sobre todo, en el mundo anglosajón hay mucha investigación feminista en musicología. Lo que ha hecho Sakira Ventura es algo muy pedagógico, muy didáctico y muy importante…Está muy bien hecho.
J.B.E.- Cuando has estado en el extranjero has visto cómo se manejaban las compositoras.
M.M. – Igual que aquí.
J.B.E. – Se repiten los esquemas.
M.M. – Totalmente. Cuando compilé ‘Música y mujeres’ en el 98, al final hay una sección de entrevistas a españolas, pero en origen -aunque luego no se publicó- también estaban algunas extranjeras. Todas coinciden. Por supuesto que es difícil y más siendo mujer. Es decir, cualquier mujer inteligente y sensible se ha percatado de las enormes dificultades que tenemos para estar en este medio… Siete veces más que los hombres.
M.J.L.L. – ¿Y tus colegas compositoras son igual de reivindicativas?
M.M. – Cada vez más ¡afortunadamente!. Yo siempre pongo el ejemplo del cine…
M.J.L.L. – Si, cada vez están más reconocidas…
M.M. - Sí, ellas son un importante grupo muy cohesionado desde el punto de vista público, y así es como han conseguido que sean tenidas en cuenta en igualdad con sus compañeros varones.
M.J.L.L. - ¿Qué pueden hacer las instituciones para apoyar los repertorios creados por mujeres?
M.M. – Visibilizar, luchar por la igualdad en las programaciones, ediciones, poner en valor lo más objetivamente posible, crear leyes… Ya he dicho antes cómo la Ley de Igualdad supuso un antes y un después.
J.B.E. - Háblanos de tu colaboración con Rosa Montero y tu ópera.
M.M. – Rosa es una persona maravillosa. Yo siempre digo que soy una bailarina frustrada. Me encantaba la danza contemporánea, pero no fue posible dedicarme a ella. Creo que mi afición por lo dramático viene de ahí…y siempre me ha interesado la ópera. El caso es que yo me dije: quiero hacer una ópera. Bueno, pues me regalan “Temblor” de Rosa Montero y me dije: esto puede ser una ópera maravillosa. Escribo a Rosa y me dice “Veámonos…” Así empezó la cosa. No fue algo buscado, sino que me llegó.
M.J.L.L. - ¿Y La Regenta?
M.M. – La Regenta fue otra cosa. Fue una propuesta de Amelia Valcárcel. En un curso de verano de la Universidad Menéndez Pelayo de Santander hubo una semana de Mujer y Arte. Me invitan a hablar como compositora, como feminista, etc. Cuando acaba conozco a Amelia Valcárcel, hablamos y me dice: “¿Bueno, y La Regenta qué tal?” “Pues estupenda, maravillosa novela del XIX”. “¿Y La Regenta en ópera?”. “Ah, no, imposible. Si fuera posible ya lo habrían intentado”. “¿Y tú te meterías en esta aventura de poner música a La Regenta?”. “No sé. ¿Quién hace el libreto?”. Pues nada, al final el libreto lo escribió Amelia y yo la música…
M.J.L.L. - Que una mujer se dedique a composición ¿Se recibe bien dentro de la familia?
M.M. – Cuando con 15 o 16 años se plantea en mi familia si voy a la universidad o no y yo digo que me quiero dedicar a la música, mi madre, enfadada y al mismo tiempo muy lúcida me dijo que yo tenía que ir a la universidad porque lo más importante en una mujer era su independencia económica y profesional y luego ya haces lo que quieras, porque para ella, en ese momento, eso de dedicarse a la música no era nada profesional. Y mi padre me dijo: “Te morirás de hambre como tu abuelo” (que había sido pintor). Bueno, pues fui a la universidad, terminé psicología y terminé composición simultáneamente. La cosa es que para mi madre la música era un entretenimiento.
M.J.L.L. - ¿En el Conservatorio te sentiste alguna vez discriminada?
M.M. – No. Cuando yo saco la oposición ya estaba de directora, creo, o si no era una catedrática muy prestigiosa, con mucho poder dentro del Conservatorio, Encarnación López de Arenosa, que no era una mujer revolucionaria, pero sí muy seria, estricta, exigente… y sobre todo muy honesta. Ella confió mucho en mí y siempre me apoyó. Era feminista sin saberlo, había luchado mucho y seguía luchando por un lugar en el mundo… Son cosas que ahora valoro mucho. Era importante tener a una mujer como ella, fuerte, no sexualizada como referente, que iba abriendo camino.
M.J.L.L. – Vosotras abristeis una brecha
M.M. – En el mundo de la música académica queda mucho por hacer. Tú ves la programación de la Filarmónica de Viena y no das crédito. Y estoy hablando de una orquesta que admite en 1997 la primera mujer como miembro de pleno derecho, la arpista Anna Lelkes, y esto después de haber estado tocando con la orquesta como "no-miembro" durante más de veinte años. Hasta noviembre de 2005, cuando Simone Young la dirigió, ninguna mujer había dirigido esta orquesta... pero el asunto de las directoras de orquesta es mucho más peliagudo, ¿cuándo fue la primera vez que la Orquesta Nacional de España fue dirigida por una mujer?...
M.J.L.L. – Y la música y repertorios del siglo XIX español, ¿sigue siendo ese gran desconocido?
M.M. - La música académica está completamente inclinada al canon oficial centroeuropeo: Brucker, Mahler, Beethoven, Mozart, Schubert, Schumann…todos varones… y la ópera la dominan los italianos, pero paradójicamente es un territorio más flexible que el de las grandes formaciones sinfónicas. Creo que en nuestro país tenemos un deber ético de justicia y lealtad hacia nuestro pasado y debemos recuperar y poner en valor a nuestros músicos y músicas del pasado, y muy especialmente ese siglo XIX tan injustamente denostado.
J.B.E. – Y en ese paisaje incluir mujeres…
M.M. – ¡Naturalmente! Ya digo, es una paradoja el mundo de la ópera… todavía no doy crédito a mi realidad concreta por haber podido estrenar 3 óperas…
M.J.L.L. – ¿Tu compromiso feminista crees que te sigue condicionando de alguna manera como profesional?
M.M. – No sé. Yo de carácter no soy nada victimista y no me siento nada víctima. Yo creo que sí pasa factura en alguna medida, a lo largo del río de la vida, pero soy muy optimista y alegre por naturaleza. Y aunque haya sido complicado, confío en las nuevas generaciones, las más jóvenes… Se están educando de otra manera y es ahí donde reside el cambio, en la educación. La sociedad cambia, siempre cambia y de alguna manera siempre mejora, aunque no lo parezca a simple vista.
Buenas tardes Marisa, aunque no tengo el placer de conocerte no quiero dejar de enviarte mi sincera enhorabuena por el Premio Nacional de Musica 2024 recibido recientemente así como por la entrevista, tan interesante, que recorre tu trayectoria profesional y personal cuya felicitación envío asi mismo a sus autores. Nos han retratado, tu licha por seguir abriendo brechas a las mujeres, tu agradecimiento a las que te precedieron,ayudándote a acceder a un mundo cerrado. Tus reivindicaciones por avanzar en una profesión de dificil acceso además de tu generosidad al donar tu archivo personal a la Biblioteca Nacional de España.nos revela a una mujer guerrera y luchadora que jamás tirará la toalla. Muchas gracias por tu esfuerzo y dedicación. Enhorabuena, de nuevo. Un cordial saludo