Estampas japonesas
En 1963 la Biblioteca Nacional adquirió 152 estampas japonesas del siglo XIX. Se denominan Ukiyo-e, término que significa “imágenes del mundo flotante” y están elaboradas mediante una técnica de xilografía desarrollada durante el shogunato Tokugawa (1603 – 1868).
El Ukiyo-e agrupa los grabados policromos realizados entre los siglos XVII y XIX, que reflejan la vida urbana, literaria y mundana de las ciudades de Edo, Kyoto y Osaka. A partir del siglo XIX conocerá su decadencia coincidiendo con la apertura de Japón y el cambio sustancial que se produce con la revolución Meiji (1868).
Es en este momento cuando se formaron las grandes colecciones de grabado japonés en Europa y EEUU, que tanta repercusión tuvieron en la formación del arte moderno europeo.
Las características del ukiyo-e, desde su origen, están vinculadas a la cultura urbana de los comerciantes, que exigían una cultura diferente a la tradicional. Los maestros de ukiyo-e son cronistas del mundo cortesano y frívolo, así como de fiestas y teatro como el tradicional kabuki. Los temas que trata la colección de la Biblioteca son relativos al teatro, a la literatura, mujeres bellas y el paisaje.
Los grabados de Ukiyo-e se convirtieron en un medio de expresar la ausencia de libertades por oposición al mundo rígido y aristocrático de los shogunes. La importancia del proceso de grabado es vital, incorporando los diferentes colores hasta que en 1764 se consigue, a base del uso de múltiples planchas, la total policromía.
Para los ukiyo-e se utilizaba un tipo de papel tradicional japonés denominado kôzo, fabricado con fibra de morera; los formatos utilizados principalmente son ôban (33x14 cm) y chûban (18x25 cm), que se basan en los diferentes cortes de una hoja de tamaño regular.
El procedimiento era el resultado de la colaboración de varios especialistas: artistas, grabadores, impresores y editores.
Podéis ver más grabados digitalizados en la Biblioteca Digital Hispánica.
Realmente estos grabados japoneses son hermosísimos, me gusta especialmente la representación del mar y las olas, en general la representación del agua. También son de una técnica tan elaborada y formalizada que debe resultar muy difícil de aprender. Enhorabuena por el post, ha quedado muy bien y muestra una parte curiosa y no muy conocida de los tesoros de la BNE.