Reunión de la IFLA en Helsinki y las bibliotecas en Finlandia
Durante los días 11 al 17 de agosto ha tenido lugar en Helsinki el 78 Congreso Internacional de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios e Instituciones (IFLA).
El prestigio social de las bibliotecas, sus excelentes equipamientos, el peso cultural de las mismas junto a un sólido sistema bibliotecario, convierte a las bibliotecas finlandesas en un recurso eficaz de acceso a la cultura, tanto digital como impresa. En un país donde la crudeza del invierno aísla a los ciudadanos, las bibliotecas representan un lugar de encuentro, de formación y de debate. Si la arquitectura y el diseño Finlandés tienen fama mundial, su utilización en el planteamiento y equipamiento de las bibliotecas no deja de corroborarlo. Son lugares donde la funcionalidad y la belleza invitan a entrar y disfrutar de ellos, rodeados de unas variadas y actualizadas colecciones. Un ejemplo de ello es la biblioteca diseñada por Alvar Aalto en el Centro Nacional de Pensiones. Tanto en el edificio como en la biblioteca prima la funcionalidad, la belleza de las formas y el atrevido diseño los materiales constructivos y el mobiliario.
A pesar de su utilidad y prestigio, las bibliotecas de Finlandia, país de gran tradición bibliotecaria, comienzan a plantearse la necesidad de cambios dentro de su estructura para seguir ofreciendo sus servicios y permitir un acceso democrático a la cultura frente al uso masivo de dispositivos electrónicos. Son conscientes de cómo las nuevas tecnologías pueden llegar a influir negativamente en el mundo bibliotecario y, especialmente, en el acceso igualitario a la información. Para debatir sobre ello se celebraron, durante el Congreso de IFLA, diversas sesiones plenarias centradas en diferentes campos de reflexión.
El crítico cinematográfico Peter von Bagh hizo hincapié en si el uso, casi compulsivo, que hacen los jóvenes de los nuevos dispositivos les hace más conocedores del mundo o, debido al exceso de información, les puede hacer más ignorantes. Otro punto a tratar fue cómo el documento audiovisual, y en concreto las películas, pueden ser consideradas una fuente de información primaria que retrata no solo aspectos tangibles, como pueden ser los paisajes o la indumentaria de una determinada época, sino también características colectivas que forman el retrato de una sociedad (costumbres, vicios, pasiones…).
En otra sesión plenaria se trató el monopolio de Google sobre los libros digitales y cómo éste afecta negativamente a las bibliotecas. Dicha conferencia estuvo a cargo de Siva Vaidhayanathan, conocido por su oposición al imperio Google, la cual desarrolla en su obra The googlization of everything: and why we should worry. Defendió la importancia del patrimonio bibliográfico de las bibliotecas, resaltando su propuesta de proyecto, denominado The Human Knowledge Project, para lograr una biblioteca universal al margen de monopolios y que podría ser liderado por la UNESCO.
Durante todo el Congreso estuvo presente la innovación, a partir de la cual se plantearon diferentes puntos de vista que giraban en torno a la idea de tener imaginación y anticiparse a las necesidades del usuario. La renovación del equipamiento tanto en el aspecto externo, relativo al mobiliario, como a facilitar el acceso a los usuarios a las instalaciones evitando todo tipo de trabas para acceder a la institución y a los documentos, fue una de las reflexiones que se compartieron. De igual manera se expuso la necesidad de buscar y poner a disposición de los usuarios las colecciones singulares, haciéndolas accesibles y favoreciendo así el desarrollo de las biblioteca a través del incremento de las colecciones.
El reto al que se enfrenta este Congreso, y día a día las bibliotecas de todo el mundo, es conseguir que estos espacios culturales puedan seguir teniendo un papel relevante en la actual sociedad de la información.
Buen desafío para las bibliotecas, ocupar su lugar en la sociedad de la información, en la que siendo ésta omnipresente, se ha dejado un poco de lado a los agentes que hasta ahora la gestionaban. Y buen post sobre las bibliotecas en Finlandia y en Helsinki. Siento añoranza de ellas, aunque nunca las vi.