Viaje de Hasekura
支倉六右衛門常長, más conocido como Hasekura Tsunenaga o Felipe Francisco Faxecura tras bautizarse, era un samurái al servicio de Date Masamune, daimio de la provincia de Sendai, Japón.
Para abrir Japón al comercio exterior y llevar misioneros cristianos (esta religión empezaba a calar allí) en 1613 Masamune envió un barco, el Datemaru o San Juan Bautista, de aventuras por el mundo. Hasekura iba a ser condenado a muerte, así que tampoco estaba tan mal conmutar la pena por un viaje sin retorno. La misión consistía en ir a Madrid a ver a al rey Felipe III y a Roma a ver al Papa. Con él iba el jesuita Luis Sotelo, que de paso quería conseguir que le nombraran obispo del Japón cristiano y cabeza de la iglesia en Asia Oriental.
“[Partimos] junto a otro noble de su corte, Philippus Franciscus Faxecura Rocuyemon, hacia el Senado Romano y al que en aquel momento estaba a cargo del Sitio Apostólico, Su Santidad el Papa Pablo V” (Luis Sotelo De Ecclesiae Iaponicae Statu Relatio, 1634).
Todo esto era muy bonito, hasta que en 1614 se produjo una revuelta en Osaka propiciada por los cristianos, lo que hizo que el shôgun prohibiera esta religión en todo Japón y comenzara a ajusticiar a sus creyentes. Mientras, en alta mar, nuestros amigos viajeros creían tener todo el apoyo de sus señores.
El barco llegó a Acapulco en 1614, donde los tripulantes españoles y japoneses, se enfrentaron entre ellos en una reyerta violentísima, como relata Chimalpahin Quauhtlehuanitzin en los Anales. De ahí, tras hacer las paces, fueron a Veracruz a seguir su viaje, pero antes los japonesess fueron bautizados por el arzobispo Juan Pérez de la Serna.
“Pero el emisario, el embajador, no quiso bautizarse aquí; dijo que lo haría después, en España” (Chimalpahin, Anales de su tiempo).
Llegaron a Sanlúcar de Barrameda en octubre, ¡los primeros japoneses en España! Y de allí fueron a Sevilla y a Coria del Río.
“Se llegó por fin a salvo, después de algunos peligros y tempestades al puerto de Sanlúcar de Barrameda el 5 de Octubre, donde residiendo el Duque de Medina Sidonia y avisado del arribo, envió carrozas para honrarlos, recibirlos y acomodar en ellas al Embajador y a sus gentiles hombres, habiéndoles preparado un suntuoso alojamiento” (Scipione Amati , Historia dil Regno di Voxi).
“Miércoles 23 de octubre de 1614 años entró en Sevilla el embaxador Japon Faxera Recuremon, embiado de Joate Masamune, rey de Boju. Traía treinta hombres japones con cuchillas, con su capitán de la guardia y doce flecheros y alabarderos con lanças pintadas y sus cuchillas de abara” (Biblioteca Capitular Colombina 84-7-19 Memorias…).
“Salieron a Coria a recebirlo por la Ciudad, don Bartolomé Lopez de Mesa y don Pedro Galindo; y junto a la puente los recibió la Ciudad. Entró por la puerta de Triana, y fué al Alcázar, donde la Ciudad lo hospedó, y hizo la costa mientras estubo en Sevilla”.
Se encontraron con Felipe III en Madrid en enero de 1615. Hasekura le entregó al rey una carta de Date Masamune y hablaron de negocios. Además, fue bautizado por el capellán del rey con el nombre de Felipe Francisco Hasekura, en presencia del Duque de Lerma (que fue el padrino).
Carta de Date Masamune para Felipe III (Ayuntamiento de Sevilla)
Tras procrastinar un tiempo en Coria del Río, partieron a Italia pasando por Francia, donde quedaron escritas cosas como éstas:
“Nunca tocan la comida con los dedos, sino que utilizan dos palillos que sujetan con tres dedos. Se suenan las narices con pañuelos de papel sedoso del tamaño de una mano, que nunca usan dos veces, sino que los tiran al suelo, y les hace mucha gracia ver a nuestra gente a su alrededor precipitándose para devolvérselos” (Relations de Mme de St Tropez, 1615, Bibliotheque Inguimbertine, Carpentras).
En 1615 al fin hablaron con el Papa. Le entregaron dos cartas, en japonés y en latín, para pedir más misioneros para Japón y libertad comercial para tratar con los reinos cristianos, principalmente España. Además hicieron a Hasekura ciudadano honorario de Roma.
De vuelta en España, Felipe III se negó a firmar ningún tratado comercial con Japón, porque la embajada venía de parte de un daimio, un señor local, y no del shogun Tokugawa Ieyasu, gobernante del país. Nuetsro rey no tenía idea de que este mismo shogun llevaba año y medio pasando a cuchillo a los cristianos japoneses.
La embajada partió de Sevilla en 1617, aunque unos cuantos miembros de la misión se quedaron en Coria del Río. Allí todavía hay unas 700 personas que se apellidan Japón, además de una estatua de Hasekura.
Carta de Felipe III para Date Masamune (Archivo General de Indias, Sevilla)
Al regreso a Japón se encontraron con la cruda realidad:
“Dos días después de su regreso a Sendai, se promulgó un edicto contra los cristianos: primero, todos los cristianos debían abandonar su fe; los que no lo hicieran serán exiliados si son nobles o ejecutados si son ciudadanos, campesinos o sirvientes. Segundo, se dará una recompense a quien identifique a cristianos ocultos. (Carta del padre Angelis, Archivo de los jesuitas en Roma)
Hasekura murió por causas naturales en 1622 y antes del final del siglo habían ejecutado a todos sus sucesores y sirvientes por ser cristianos; además, confiscaron todos sus objetos personales, que hoy se exhiben en el Museo Municipal de Sendai.
Esta entrada tiene mucho encanto, además de estar bien tramada, y también bien documentada. Pero sobre todo destaca la gracia de la escritura, su sencillez. Definitivamente me gusta esta entrada y su estilo ligero e informativo.