Debido a que su producción era rentable para impresores y libreros, y su precio bajo para los compradores, la comedia suelta fue la modalidad editorial más utilizada para la difusión del teatro áureo desde el siglo XVI hasta bien entrado el XIX.  

La “sueltas” se imprimieron y se vendieron de manera individual, en formato cuarto, sin portada y con una cabecera en la parte superior de la primera página, precedida en muchas ocasiones por “Comedia famosa”. El material utilizado para su impresión solía ser de mala calidad, en ellas se emplearon diferentes tipos de imprenta, normalmente más pequeños al final de la obra para ahorrar papel. A finales del siglo XVII y fundamentalmente durante todo el XVIII, aparecen en sus portadas los números de serie. Por lo que respecta a las ilustraciones, más allá de las primeras sueltas que estuvieron ilustradas con pequeñas figuras xilográficas, la ornamentación consistió fundamentalmente en iniciales xilográficas, marcas de impresores y pequeños ornamentos tipográficos de tipo estructural.