Teatro impreso
La colección de teatro impreso se localiza principalmente en las signaturas T y Ti (esta última destinada al teatro incompleto, que incluye publicaciones cuyos tomos sucesivos dejaron de aparecer o no ingresaron en la biblioteca). Junto a la importante colección de teatro impreso, la BNE cuenta con su equivalente manuscrito, con destacados ejemplares autógrafos.
Tiene su origen en la antigua Sección de Teatro, heredera a su vez de la Sección de Obras dramáticas, creada en 1873 dentro del Departamento de Impresos. A mediados de los años 80 del pasado siglo se produjeron cambios estructurales en la Biblioteca Nacional que llevaron a la desaparición oficial de dicha Sección. Se crea el Gabinete de Impresos Reservados y dentro de éste una “Sección de Siglo de Oro” con la responsabilidad de las antiguas Secciones de Cervantes y Teatro. Finalmente, la colección de teatro impreso quedaría englobada, a partir de 1986, en el Servicio de Manuscritos, Incunables y Raros y es gestionada por la Sección de Siglo de Oro del Servicio de Reserva Impresa. Fueron varios los bibliotecarios que prestaron particular atención a la rica colección teatral: Vicente García de la Huerta, Leandro Fernández de Moratín, Agustín Durán y los dramaturgos Juan Eugenio Hartzenbusch y Manuel Tamayo y Baus.
La colección, cuyo origen está en los ejemplares procedentes de la Torre Alta del Alcázar, fue incrementándose gracias a la llegada de importantes fondos, entre los que pueden destacarse la biblioteca de Leandro Fernández de Moratín, vendida por los herederos de Manuel Silvela en 1847; la biblioteca de Juan Nicolás Böhl de Faber, adquirida en 1849, que destaca por una interesante colección de 50 volúmenes facticios de comedias impresas en el siglo XVIII y algunas en el XVII; la colección de Cayetano Alberto de la Barrera, con 3.200 obras de las que casi 2.500 eran impresas; la colección de Agustín Durán, que fue vendida por su viuda a la Biblioteca Nacional en 1863 y que constaba de 3.700 volúmenes y legajos, con una numerosa colección de obras dramáticas; la de Francisco Asenjo Barbieri, con 4.000 volúmenes y legajos que incluyen sainetes, tonadillas, zarzuelas o comedias; la monumental biblioteca del Duque de Osuna e Infantado ingresada por compra en 1886; o la biblioteca del bibliófilo y erudito Pascual de Gayangos, entre cuyos 22.000 impresos destacan los cuantiosos volúmenes facticios de comedias.
Desde su creación, fueron incorporándose a la sección todos los fondos relacionados con el teatro: obras dramáticas (comedias sueltas o desglosadas, partes de comedias, colecciones facticias), libretos pertenecientes al género del teatro lírico, estudios sobre teatro, etc. Posteriormente, ingresaron obras de temas afines como el cine: la sección alberga guiones cinematográficos con documentación gráfica complementaria, que abarcan desde finales de los años 60 hasta principios de los 80; papeles de propaganda, carteles, catálogos de distribuidores, etc. de películas y de obras de teatro.