Que la palabra, la imagen y el movimiento conviven en armonía, equilibrio inestable o en competencia directa para la comunicación de un mensaje, es una de las tantas cosas que aprendemos perfectamente asomándonos un poco a nuestro patrimonio documental.

Es la historia de una relación intensa y convulsa, pero los manuscritos medievales son la ventana perfecta para entender el poder de la imagen y lo que supuso en la comunicación escrita, trascendiendo los muros del texto para complementarlo, matizarlo o contradecirlo abiertamente. Es inevitable sorprenderse por la modernidad del uso de la imagen, ya entonces, para la comunicación de “otros mensajes sobre el mensaje”.

Y más sorprendente es la modernidad gráfica de muchas de estas ilustraciones. Y porque cada día encontramos ejemplos asombrosos entre las colecciones de la BNE, no nos  hemos podido resistir a compartir y dar vida, más vida aún, a estas imágenes que nos hablan desde una distancia de diez siglos.

Códice de Metz. Manuscrito siglo IX. Biblioteca Nacional de España.

¿Que no conocéis el Códice de Metz?

Es el documento más antiguo de la colección de la BNE. El códice es una compilación medieval de tratados de cómputo y astronomía con más de mil años de antigüedad. Expone el conocimiento científico del siglo IX e incluye ilustraciones de los signos del Zodíaco y las constelaciones.

Te proponemos que des vida a las 42 representaciones gráficas que guardan sus páginas. Puedes encontrar estas representaciones en las páginas 53-61 del códice. Descarga las imágenes y crea con ellas animaciones en formato .gif con un editor de imágenes (dispones de infinidad de herramientas gratuitas en internet). Y como el Códice de Metz, en Hemeroteca Digital y BDH, tienes disponibles  millones de imágenes para inspirarte y crear nuevos GIF.

Comparte tu GIF en twitter mencionando nuestra cuenta @BNE_biblioteca e incluye el enlace a la obra digital que has utilizado, escribe el hashtag #animaBNE. Publicaremos una selección en nuestra nueva cuenta en Giphy.

Desde BNELab trabajamos para la participación. Queremos impulsar el uso del patrimonio digital de la BNE en la comunidad educativa, investigadora y académica y también en nuevos sectores: turismo, diseño, moda, música, gastronomía… y este es un proceso necesariamente cooperativo.