Bibliotecas de museos, museos de bibliotecas
Museos y bibliotecas tienen origen e intereses comunes, no en vano la legendaria Biblioteca de Alejandría nació anexa al Templo de las Musas (Museion). Libros y objetos artísticos han compartido el mismo techo en las colecciones a lo largo de los siglos, desde los tesoros monacales del Medioevo, pasando por los gabinetes de coleccionistas reales y nobiliarios de la Edad Moderna. En nuestros días, los propios fondos bibliográficos de los museos han de ser tratados como una colección más de los mismos (Javier Docampo).
Las bibliotecas de los museos han mantenido a menudo políticas restrictivas, tanto de adquisición documental como de admisión de usuarios en sus instalaciones, acusando por regla general poco desarrollo tecnológico y escaso apoyo institucional. Pero este panorama está cambiando de forma acelerada.
De todos es sabido que en épocas de crisis la gente acude más a las bibliotecas y a los museos, sobre todo si se logra promocionar adecuadamente su imagen de centros acogedores, modernos y atractivos (Rosario López de Prado). Varios hechos influyen además en el creciente interés que están despertando las bibliotecas y centros de documentación de los museos:
-Desde finales de los 80 se han ido creando numerosos museos, centros y fundaciones de arte contemporáneo, por iniciativa pública estatal, autonómica y local (El eje MNCARS-Prado-Thyssen, IVAM, Guggenheim Bilbao, MACBA, CCCB, Museo de Arte abstracto de Cuenca, ARTIUM, MUSAC, CGAC, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, etc.). Son estos museos los que se han ido dotando de los centros de documentación más punteros y adaptados a las nuevas tecnologías.
- La atractiva programación temporal de exposiciones y la considerable reestructuración de las colecciones permanentes atraen a cada vez mayor número de visitantes, fruto en buena medida de la exitosa difusión y marketing de sus equipos gestores.
- Los bibliotecarios de museos se han ido concienciando y organizando para compartir recursos y experiencias en foros como la Asociación de Bibliotecas de Arte de España y Portugal (BAEP). Por su parte, el Ministerio de Cultura desde su Subdirección de Museos Estatales (SGME) ha ido apoyando la automatización de catálogos, la creación de repositorios de fondos digitalizados en línea y su difusión a través de webs institucionales y de redes sociales, especialmente por medio de proyectos cooperativos como la Red de Bibliotecas de Museos (BIMUS).
Bibliotecas de Museos Estatales
Los primeros museos estatales nacen ligados al coleccionismo real, eclesiástico y nobiliario. Sus bibliotecas especializadas sirven a las necesidades de documentación e investigación que estas colecciones generan para atender a su propio personal y a los investigadores externos. Es necesario por tanto conservar y difundir su importante patrimonio bibliográfico y documental.
La Red de Bibliotecas de los Museos Estatales (BIMUS) nace en 2005 a iniciativa del Plan de Museos Estatales (2004-2008) de la Subdirección General de Museos (SGME). La Red agrupa a día de hoy a los 18 museos de gestión exclusiva del MCU (los 17 dependientes de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y el Museo Nacional del Teatro de Almagro, dependiente del INAEM).
BIMUS se fija como objetivo fomentar la cooperación entre las bibliotecas de estos centros, facilitando la consulta por interfaz única de su Catálogo Colectivo en línea y poniendo en marcha políticas y servicios bibliotecarios comunes, tales como la adquisición cooperativa, el préstamo interbibliotecario, el proyecto de Portal de Bibliotecas de Arte, la integración de recursos electrónicos y fondos digitalizados por SFX, etc.
De entre todas las Bibliotecas de Museos Estatales sobresalen las del Museo Nacional del Prado y la del Centro Nacional de Arte Reina Sofía.
La Biblioteca del Museo Nacional del Prado ha experimentado en los últimos años un notable crecimiento, que ha culminado con la apertura en marzo de 2009 de su nueva sede en el Casón del Buen Retiro. Su sala de lectura está instalada bajo la magnífica bóveda de Luca Giordano y es la muestra más visible de la importancia otorgada por el Museo a los servicios de biblioteca, archivo y documentación. Entre otros muchos servicios ofrece una buena colección de referencia sobre arte y las colecciones pictóricas del museo y facilita el acceso a bases de datos especializadas, así como a un buen directorio de recursos bibliográficos sobre arte en Internet.
El Museo ha organizado recientemente la espléndida exposición Bibliotheca Artis: Tesoros de la biblioteca del Museo del Prado que reúne una cuidada selección de los tesoros bibliográficos de su biblioteca.
La Biblioteca y Centro de Documentación del MNCARS es ejemplo de biblioteca atractiva y de vanguardia merced a los espacios creados por el arquitecto Jean Nouvel. Para acceder a ella basta con mostrar el DNI. La Biblioteca sirve de apoyo documental al personal técnico propio y a los investigadores y estudiantes que acuden a ella, facilitando el acceso libre y gratuito a sus fondos especializados en arte contemporáneo. Ofrece interesantes recursos y servicios.
El Museo de la BNE
El Museo de la Biblioteca Nacional cuenta con una cuidada muestra museográfica y audiovisual. Paseando por sus salas podemos conocer más acerca de la Historia de la Biblioteca Nacional, de la formación de sus colecciones y del proceso técnico que siguen los documentos. También hay espacios que explican el origen de la escritura (sus soportes e instrumentos) y la revolución que supuso para la difusión del saber la invención y desarrollo de la imprenta.
El Museo también se ocupa de rendir homenaje a las Musas Alejandrinas, a las tertulias de café literario y al Quijote cervantino, libro fundamental de la literatura hispana que la BNE ha convertido recientemente en interactivo y accesible en línea. El centro además ofrece una importante oferta educativa, formativa, cultural y de ocio para el gran público, contando para ello con espacios polivalentes destinados a conferencias, teatro, conciertos y proyecciones, etc.
Bibliografía
DOCAMPO Capilla, Javier coord. Dossier Bibliotecas de museos en España: hacia la visibilidad” en Educación y Biblioteca, 2010, nº 176.
Estimado compañero: Considero que hay bibliotecas de museos que son innecesarias. Quiero decir, que en estos tiempos de crisis, ¿no sería mejor optimizar los recursos y crear bibliotecas con todos los servicios necesarios, incluso procediendo a su concentración? En Madrid, por ejemplo, contamos con un gran número de Museos Estatales, con la consiguiente duplicación, en muchos casos de fondos modernos adquiridos por compra, y la mínina consulta de todo el fondo. Otra cuestión es contar con una biblioteca de trabajo, de uso exclusivo del personal del centro, para apoyo a los trabajos técnicos, que sí debe existir en cada centro. Un saludo.