Linda Metzler encuentra el sosiego en la BNE
“Aquí me siento menos sola y más realizada”
La profesora e hispanista Linda Metzler dedica tres semanas de sus vacaciones todos los años a investigar en la Biblioteca Nacional de España. Imparte clases de Lengua y Literatura Española en el Kenyon College de la localidad estadounidense de Gambler (Ohio) y afirma que “intento inculcar a mis alumnos el amor hacia la poesía. Quiero que, gracias a mi entusiasmo, descubran por sí mismos la hermosura de la poesía española. A mis alumnos, como a mí, la poesía nos deja perplejos, nos hace preguntarnos muchas cosas que no suelen tener respuestas. Pero es meritorio suscitar cuestiones”.
Ahora realiza una investigación sobre el poeta ovetense Antonio Gamoneda, ganador del Premio Cervantes 2006: “Hace muchísimos años que vengo en verano a la BNE para intentar avanzar mis estudios sobre poesía. Ahora intento escribir algo sobre Gamoneda, pero me está resultando muy difícil, porque es un gran poeta, y como todo gran poeta, tiene una obra muy profunda, muy dura.”
- Buena parte de ella nos lleva a la guerra civil española.
- Sí, tiene mucho que ver con la violencia histórica que observó cuando era un niño de cinco años en tiempos de aquella contienda fratricida.
- ¿No se puede investigar con éxito a Gamoneda en las bibliotecas norteamericanas?
- Sí, pero no como aquí. La experiencia de sentarse en un pupitre de la BNE me inspira muchísimo a la hora de trabajar. Es otro ambiente. Y en sus fondos hay material que no se encuentra en los archivos de mi país. Cosas utilísimas. Lo maravilloso de venir aquí es que encuentras libros de todos los siglos. Sentarse entre otros investigadores en este gran espacio hace que me vengan más y mejores ideas a la cabeza. Me siento menos sola. Y un poco más realizada. La BNE contagia un optimismo y un afán de seguir indagando… Le debo a la literatura española una gran dimensión de mi vida. Estoy muy endeudada con España, con su literatura y con su Biblioteca Nacional.
- ¿Se vendría a vivir aquí?
- Si pudiera, viviría entre España y Estados Unidos. Tengo grandes amigos entre los españoles, en Madrid y en Pamplona. Y qué mejor lugar que la BNE para estudiar a grandes escritores como Lope de Vega, Quevedo o Calderón. Aunque soy especialista en vuestra poesía contemporánea, sus raíces en la poesía anterior son evidentes. Mire, en las tres semanas que paso cada verano en Madrid y en la BNE disfruto un montón. Porque disfruto de una búsqueda intelectual, espiritual y emocional.
Su paso por la Biblioteca le deja muy buenos recuerdos: “Solamente tengo elogios para el personal de esta casa, el trato es inmejorable. Hoy mismo tuve un problema para encontrar un libro, y el personal no paró hasta encontrarlo. Aquí he encontrado siempre un gran apoyo. Hasta se me quita la timidez, porque los españoles son tan conversadores, tan abiertos y entretenidos, que me abro como no lo hago en mi país.”.
- Es curioso que teniendo un apellido alemán le haya dado por especializarse en lengua castellana.
- Ya. Y hasta tengo una hermana que es profesora de alemán. Pero la musicalidad del idioma español y de su poesía siempre me atrajeron. Es la hermosura de la lengua en sí. Eso sí, no se crea que los alemanes son tan cuadriculados como se dice. Al principio, yo también pensaba eso, pero luego también fui descubriendo la gran melancolía y la angustia de los españoles.
- Los pasillos de la BNE están llenos de sorpresas.
- Y tanto. Un día iba por uno de ellos y sentí que alguien me tocaba la espalda. Me volví y era un antiguo alumno al que no veía desde hacía muchos años. La alegría del reencuentro fue muy grande. Comimos juntos en la cafetería de la Biblioteca y recordamos los buenos tiempos. Fue fascinante.
Hola. Es cierto que la Biblioteca Nacional, con diferencia de otras bibliotecas, te anima a investigar, y conocer nuevas areas. Su fondo bibliografico es tan extenso que, algunas veces, gustarías de quedarte meses enteros, leyendo y consultando. Y el personal, hace un gran trabajo. Encomiable, y atento. Saludos,