Luis de Milán: cortesano, poeta, músico.
Apenas sabemos nada de la vida de Luis de Milán o Lluís Milá o Luys Milán. Podríamos tal vez celebrar este año 2010 el quinientos aniversario de su nacimiento, pero tan solo es una especulación decir que nació alrededor de 1508 o 1510, y murió aproximadamente 61 años después.
Su trayectoria vital es tan contradictoria como atrayente: para algunos es el perfecto caballero renacentista, polifacético, hijo de noble familia, culto, ingenioso y brillante; para otros, un vividor descarado, - primero clérigo, denunciado por duelo, luego casado y padre-, y más cerca de la picaresca que de la elegancia del quinientos. Parece ser que viajó a Italia y vivió un tiempo en Portugal, pero lo que es seguro es que fue un cortesano ingenioso y entretenedor (perdonen la palabreja) en la corte valenciana del duque de Calabria y Germana de Foix, la que fue segunda esposa de Fernando el Católico (tanto monta), que, entre sus otras aficiones, coleccionar maridos y escabechar valencianos (¿les suena la revuelta de la Germanías?), estableció una de las cortes más brillantes y refinadas de la época; un verdadero centro artístico, al estilo de las cortes italianas del Renacimiento......y con una capilla musical de casi 50 personas.
Luis de Milán fue bautizado en su época como un segundo Orfeo, y, de esta guisa aparece en un grabado que ilustra su obra más famosa: El libro de música de vihuela de mano intitulado El Maestro, impreso en Valencia en 1536, y del cual la Biblioteca Nacional conserva dos ejemplares, amén de facsímiles y alguna edición moderna.
En el marasmo impresor de aquellos años, esta obra es la primera música original para vihuela, el antecedente de la guitarra, impresa en España. Sus canciones con acompañamiento son las más antiguas que se conservan, y sus Fantasías (maravilloso nombre para obras que “proceden de la industria y de la imaginación de su autor”), las primeras que se conocen. Consiste en 50 piezas originales para vihuela y 22 canciones con textos en portugués, italiano y español, entre fantasías, pavanas, tientos, villancicos y sonetos. También es una obra de carácter didáctico, con diversas explicaciones sobre el aire, el tono, o, si es una composición vocal, sobre la ornamentación de la melodía, todo dispuesto en orden de dificultad, desde la fantasía más fácil a la más complicada. Es la colección española de música instrumental más antigua que ha sobrevivido, y asimismo es la primera impresa en España donde la música aparece en tablatura. ¿Qué es la tablatura? En un tiempo donde la notación musical aún estaba en mantillas, la tablatura era un sistema que usaban los instrumentistas para plasmar en papel aquello que tañían. Son seis líneas - cada una de las cuerdas de la vihuela-, en las que, por medio de trastes y números, se indicaba donde colocar los dedos. Tenía sus variantes italiana, francesa, napolitana.....y la de Luis de Milán.
Luis de Milán escribió otras dos obras que también nos dan idea de su actividad cortesana y de su poesía: El libro de motes de damas y cavalleros, intitulado El Juego de mandar (1535), y El Cortesano (1561), donde hay numerosos episodios que revelan la vida del vihuelista, casi como en una autobiografía. Un hombre atractivo y elegante, un cantante capaz de mantener la atención de su público, con una voz agradable y habilidad para la narración. Diestro conocedor de su instrumento, lo que distingue la música de Luis de Milán de la de otros vihuelistas del siglo XVI, es su condición de improvisador, de su originalidad, la de producir en la vihuela efectos maravillosos con destreza, elegancia y donaire. Poder escuchar hoy la singularidad de su música es un placer. Para los que amamos y disfrutamos de la música antigua, sus obras quizá no tengan la brillantez genial de Cristóbal de Morales o Tomás Luis de Victoria, pero tienen el poder evocador de otra época, hablándonos casi como si fuera de nuestro tiempo. Es una música extremadamente sencilla y espontánea; comunicadora y original. Una música hermosa, fresca, vibrante y cautivadora.
Les dejo con un villancico del propio Luis de Milán
Levaysme amor d’aquesta terra Que non faré màs vida en ella Levaysme amor al ysla perdida Levaysme con vos pos soys minya vida Quel corpo sin alma non vive en la terra Que non faré mas vida en ella.
Escuchen la música.........¿No les parece deliciosa?
La historia de la música esconde tesoros maravillosos. Gracias, Juan, por hacernos descubrir uno de ellos