Después de la exposición: El Bosco y la BNE
Fig. 1. El Bosco. Epifanía, Museo del Prado (verso)
El Museo del Prado acaba de cerrar, el pasado 25 de septiembre, la magnífica exposición sobre El Bosco, que ha superado los 400.000 visitantes. La muestra contaba con veintiuna pinturas y ocho dibujos del maestro holandés, además de otras doce obras que ayudaban a contextualizar el discurso. Entre ellas destacaban, pese a su reducido tamaño, dos manuscritos iluminados de gran calidad, el Libro de horas de Engelbrecht de Nassau, procedente de la Bodleian Library de Oxford y Las visiones del caballero Tondal, del Museo Getty de Los Ángeles. Ambos manuscritos están estrechamente relacionados con la obra del Bosco. El primero, obra del Maestro de Viena de María de Borgoña, perteneció al conde Engelbrecht II de Nassau (1451-1504), una importante figura de la corte de Borgoña que probablemente encargó al pintor el Jardín de las delicias; es posible que el Bosco conociese el libro y que se inspirase en él para alguna de sus pinturas. El segundo manuscrito, Las visiones del caballero Tondal, cuenta la historia del malvado caballero Tundal, que, estando en la ciudad irlandesa de Cork, quedó inconsciente tres días, durante los cuales fue conducido por un ángel a través del infierno, el cielo y el purgatorio; después del periplo fue devuelto a la vida. La narración de los castigos infernales, fielmente representados en este manuscrito por el miniaturista Simon Marmion, fue una de las fuentes principales para el Bosco a la hora de representar los tormentos a los que se ven sometidos los pecadores en el ala derecha del Jardín de las delicias y en otros cuadros con el mismo tema.
Fig. 2. Libro de horas Voustre Demeure, Vitr/25/5, fol. 14r
Se ha especulado con la posibilidad de que el Bosco se formara en el taller de algún miniaturista en Utrecht, principal centro en el norte de los Países Bajos para la iluminación de manuscritos. Hay que recordar que las relaciones entre pintura y miniatura fueron muy frecuentes en el siglo XV y que buena parte de los grandes pintores del momento, como Jan van Eyck o Roger van der Weyden, ejercieron también el arte de la iluminación de libros.
La influencia que la miniatura bajomedieval tuvo en la obra del Bosco puede rastrearse en la rica colección de manuscritos iluminados de la BNE, tanto a la hora de descubrir influencias estilísticas y compositivas como para rastrear el impacto que tuvieron algunas tradiciones iconográficas para entender el complejo mundo de significados de su obra.
Fig. 3. El Bosco. San Juan en Patmos, Berlín, Gemäldegalerie.
La Biblioteca conserva obras de los dos miniaturistas citados. De Simon Marmion se guarda el llamado Libro de horas del caballero Rolin (Res/149) ilustrado con exquisitas miniaturas en grisalla. Del Maestro de Viena María de Borgoña, llamado así a partir del libro de horas hecho para esta Duquesa de Borgoña (Viena, Cod. 1857) la Biblioteca posee las llamadas Horas Voustre Demeure (Vitr/25/5), denominadas de esta manera a partir de la misteriosa divisa que aparece en sus folios y que no ha conseguido ser atribuida a ningún personaje. Es posible rastrear la influencia que las miniaturas de este libro pudieron tener sobre algunas obras del Bosco.
Fig. 4. BNE, Libro de horas de Leonor de la vega, Vitr/24/2, fol. 45v
En dos obras, la Misa de san Gregorio representada en el exterior de las alas de la Epifanía del Prado y el verso del San Juan en Patmos del Museo de Berlín el Bosco pintó una serie continua de escenas de la Pasión. En la primera de las obras van de abajo a arriba y de izquierda a derecha: la Oración en el huerto, el Prendimiento, Cristo ante Pilatos, la Flagelación, la Coronación de espinas, el Camino del Calvario y la Crucifixión. Esta última está pintada sobre el marco, donde también puede verse a Judas colgado de un árbol y a los demonios llevándose su alma. El sistema de presentación es similar al de algunas miniaturas de las Horas Voustre Demeure, en las que las escenas se suceden sin solución de continuidad y compartiendo el mismo espacio. Así, en el fol. 14r también se encuentran varias escenas de la Pasión de Cristo. En el margen inferior Cristo es presentado por Pilatos a la muchedumbre mientras que en la parte superior se encuentra un Camino del Calvario. La escena lateral es más difícil de interpretar ya que aparece San Juan caído en el suelo junto a la Virgen y las santas mujeres.
Fig. 5. El Jardín de las delicias. Tabla central (detalle)
En el recto del San Juan en Patmos de Berlín, aparece el santo escribiendo el Apocalipsis en la isla de Patmos acompañado de un pequeño diablillo que le roba el tintero para evitar que siga trabajando. Se trata de un detalle iconográfico frecuente en los libros de horas flamencos del período, como en la escena correspondiente de las Horas de Leonor de la Vega (Vitr/24/2)
Fig. 6. Libro de horas de la reina de Suecia, Res/191, fol. 47v
Otro motivo que pudo tomar el Bosco de los manuscritos flamencos de finales del siglo XV fue la diferencia de escala entre las figuras humanas y los elementos naturales que las rodean, muy frecuente en el Jardín de las Delicias, en donde los personajes se ven rodeados de gigantescas frutas, pájaros o moluscos. En los manuscritos el contraste se producía entre los elementos de gran tamaño de las llamadas orlas Gante-Brujas (flores, frutas, animales) y las pequeñas figuras de las composiciones, como ejemplo puede verse este folio de las Horas de la reina de Suecia (Res/191).
Fig. 7. El Jardín de las delicias. Tabla izquierda (detalle)
Más motivos del Jardín de las delicias proceden de los manuscritos iluminados. Las figuras principales de la tabla izquierda son Adán y Eva que flanquean la efigie de Dios Padre. El tema no es, como pudiera parecer en un primer momento, la creación de Eva sino la llamada “Institución del Matrimonio en el Paraíso”, donde Dios une las manos de Adán y Eva, situados a ambos lados de él. Falkenburg ha señalado la originalidad de la interpretación del tema que hace el Bosco y además el precedente que supone las ilustraciones del Speculum Humanae Salvationis, una obra anónima del siglo XIV en la que se establecían analogías entre los hechos del Antiguo Testamento y del Nuevo y que conoció un enorme éxito en la Baja Edad Media a través de numerosas copias manuscritas y ediciones impresas, de las que se conservan varias en la BNE, como este manuscrito iluminado en Innsbruck en 1432.
Fig. 8. Speculum Humanae salvationis, Vitr/25/7, fol. 4r
La tabla central del Jardín se ve presidida una gran cabalgata que gira en torno a un estanque lleno de mujeres desnudas. Los jinetes montan distintas cabalgaduras, algunas de ellas exóticas o fantásticas, que se han asociado con distintos Pecados Capitales. En el catálogo de la exposición Falkenburg ha señalado como estos jinetes pueden relacionarse con representaciones anteriores de los siete Pecados Capitales en manuscritos iluminados en las que los animales simbolizan y encarnan los vicios respectivos de quienes los montan. De nuevo algunos de los libros de horas de la BNE nos sirven para mostrar esta iconografía de los pecados capitales como jinetes. En el llamado Libro de horas de los siete pecados capitales, éstos aparecen asociados a sus respectivos símbolos y sólo en el caso del orgullo este aparece a caballo.
Fig. 9. El Jardín de las delicias. Tabla central (detalle)
La búsqueda de fuentes podría seguir entre los márgenes de numerosos manuscritos, poblados por una pintoresca fauna de seres monstruosos y criaturas fantásticas que están detrás de muchas de las figuras del Bosco. Pero detenemos aquí este post, cuyo único objetivo ha sido señalar algunas conexiones que pueden encontrase entre los cuadros del pintor holandés, convertidos en verdadero fenómeno de masas después de la exitosa exposición del Prado, y la principal colección de manuscritos iluminados del país.
Fig. 10. Libro de horas. Vitr/24/10, fol. 102v
Fig. 11. Breviario. Vitr/18/10, fol. 3r
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