En general, se tendrán en cuenta las fuentes principales de información de cada tipo documental. En texto impreso, la portada se prefiere porque esta fuente suele ser en la que el creador tiene más poder de decisión, y por tanto es más representativa de su deseo de presentación. En cambio, la cubierta, solapa, etc.., en monografías, son a menudo decididas por el editor, sin intervención del autor, por lo que no se consideran tan representativas de su intención. Estas otras fuentes, no obstante, serán tenidas en cuenta para la detección de formas variantes, o como fuente de información biográfica.

Se preferirán como fuente documentos en los que el autor es autor principal y en solitario de la obra que se trate, por la misma razón de representatividad de la voluntad del autor.

En cambio, se preferirán las fuentes de referencia como fuente para la elección del nombre en autores clásicos, medievales, y en aquellas autoridades que no sean propiamente de creadores literarios: pintores y artistas plásticos, fotógrafos, músicos, cartógrafos, personajes históricos, etc.

En el caso de artistas plásticos (incluidos fotógrafos e ilustradores) se consultarán obras de referencia especializadas, estudios sobre el autor, o catálogos de exposiciones, por este orden de preferencia. Siguiendo la práctica general de las obras de referencia de este tipo de autores, cuando el autor firme en sus obras con un apellido, se le añadirá el nombre de pila (Picasso ⇒ Pablo Picasso), pero se respetará cuando se de a conocer con el nombre de pila (Norberto).

En general cuantas más obras del autor en su lengua original se consulten, y preferentemente de responsabilidad única, mayor seguridad se tendrá en saber cómo el autor quiere darse a conocer.