La utilización de una fórmula en singular o plural viene dada por el uso lingüístico. Puede venir determinada por una cuestión de cantidad del concepto o del objeto, o bien, si se trata de conceptos abstractos o concretos.

En ocasiones, el uso del singular o del plural para la redacción de un encabezamiento de materia puede implicar diferencias de significado y pueden ser necesarias las dos fórmulas. Por ejemplo, Teatro se podrá usar para obras sobre el espectáculo y la representación escénica y Teatros, para obras sobre los edificios donde se desarrollan las representaciones teatrales.

De forma usual, se empleará el singular para:

  • Conceptos abstractos: Solidaridad.
  • Fenómenos de la naturaleza: Vulcanismo.
  • Propiedades, condiciones o características: Elasticidad.
  • Procesos o actividades ejercidas o sufridas por los seres vivos: Fotosíntesis.
  • Sistemas de creencias o doctrinas: Anarquismo.
  • Nombres de disciplinas: Filosofía.
  • Entes concretos no cuantificables, que no se cuentan por unidades y que no designan una pluralidad de individuos: Arroz, Carbón.
  • Partes u órganos del cuerpo singulares o únicos: Aparato circulatorio, Nariz.
  • Nombres colectivos de grupos sociales: Nobleza, Aristocracia.

Por su parte, se utilizará el plural para:

  • Grupos de seres vivos, entidades y objetos reales: Mamíferos.
  • Grupos de personas, como grupos étnicos, nacionales, religiosos y nombres de personas: Musulmanes, Arquitectos.
  • Partes y órganos del cuerpo dobles o múltiples: Brazos, Arterias.
  • Epígrafes de forma: Obras de referencia.
  • Nombres de disciplinas, técnicas o propiedades, cuando se consideren representantes de una clase con más de un miembro: Valores mobiliarios, Ecuaciones diferenciales