Varo, Remedios
Varo, Remedios

- Artistas plásticos
Pintora, ilustradora y escritora, nació en Anglés (Girona), localidad en la que se encontraba temporalmente su familia debido al trabajo como ingeniero de su padre, Rodrigo Varo. Este le transmitió su pasión por el arte y el cuidado por la precisión, lo que influiría en la importancia que le dio a la técnica a lo largo de toda su carrera. Junto a su madre, Ignacia Uranga, nacida en Argentina pero de ascendencia vasca, durante su infancia la familia vivió en numerosos lugares, hasta que finalmente se instaló en Madrid, donde recibió por primera vez una educación formal que sintió como opresiva.
Pintora, ilustradora y escritora
En 1924 comenzó a estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Su corta edad y su condición femenina hicieron que sufriera las actitudes clasistas y machistas que dominaban en la institución, pero allí también conoció a artistas que marcarían su futuro y su vocación, como Salvador Dalí y Maruja Mallo, además de trabar amistad con las talentosas dibujantes Francis Bartolozzi y Delhy Tejero, con las que compartió su intención de convertir la pintura en una profesión y no un mero pasatiempo.
París
En 1929 viajó a París, meca cultural del momento, y un año después se casó con el también artista Gerardo Lizárraga, unión en la que ante todo buscaba libertad, ya que ambos acordaron llevar una vida independiente. En 1932 el matrimonio se instaló en Barcelona, donde entraron en contacto con las vanguardias y Varo se adhirió al Surrealismo, como expresan sus dibujos y collages. Inscrita en el movimiento Logicofobista, en 1936 participó en una exposición que recogía las nuevas tendencias del arte.
El estallido de la Guerra Civil y su relación con el poeta surrealista Benjamin Péret la llevaron a trasladarse a París en 1937. Allí vivió muchas dificultades y tuvo poco apoyo para desarrollar su actividad artística. Sin embargo, conoció a muchas figuras de la cultura francesa, publicó en la mítica revista surrealista Minotaure y entabló una gran amistad con el canario Óscar Domínguez, quien la ayudó a encontrar algunos trabajos de subsistencia, como la falsificación de cuadros. También en esta época se despertó su interés por el esoterismo y el espiritismo a través de la obra del místico Gudijieff y del pintor Victor Brauner.
Tras la invasión nazi, se movió en los círculos de la Resistencia y llegó a ser detenida por los alemanes, aunque su participación directa en actos de sabotaje no está documentada. En 1941 logró abandonar París junto a Péret, y tras numerosas vicisitudes en enero de 1942 llegó a México. Allí continuaron sus dificultades económicas y tuvo que multiplicar sus tareas: colaboró con el gobierno en encargos de propaganda política, trabajó junto a Marc Chagall para realizar el vestuario del ballet Aleko, dibujó cerámicas y, sobre todo, diseñó carteles publicitados, como los que firmó para Bayer, obras a las que supo dar un toque personal e inquietante. Una de sus grandes amigas en México fue la pintora Leonora Carrington, con la que intercambió influencias mutuas, además de escribir de manera conjunta algunos experimentos lúdicos. En esta época su estilo pictórico, poblado de seres extraños y ambientes oníricos, se hizo más narrativo.
En 1947, tras la partida de Péret con destino a Francia, viajó a Venezuela, donde después de muchos años pudo reencontrarse con su familia. Allí aprovechó para realizar expediciones e ilustraciones científicas, antes de su regreso a México, donde tuvo un encuentro fundamental: Walter Gruen, superviviente del Holocausto y gran conocedor musical, quien será su pareja hasta el final de su vida y que tuvo un papel clave para su reconocimiento artístico.
Década prodigiosa
A partir de 1952 se inició la conocida como “década prodigiosa” de Varo. Tras años de mucho trabajo y poca recompensa, en parte debido al apoyo de Gruen y también a que alcanzó su plena madurez artística, su productividad se disparó y empezó a ser conocida más allá de los estrechos círculos artísticos de México. En 1956 su exposición en la Galería Diana, la primera que realizó de manera individual, supuso un gran éxito tanto comercial como crítico.
Las obras de esta época suponen un gran paso adelante respecto a sus dibujos, mostrando una gran imaginación, originalidad y sentido del humor. Sus temas más frecuentes son la soledad, los viajes y la condición femenina, siempre con un toque onírico y una patente influencia del psicoanálisis. Admirada por artistas como Diego Rivera y escritores como Gabriel García Márquez, en 1962 celebró otra exposición individual, esta vez en la galería Juan Martín, que también recibió una acogida extraordinaria. Solo un año después falleció de manera prematura debido a un infarto.
Pese a su singularidad y relevancia, ha sido durante mucho tiempo un personaje poco conocido en España. Sin embargo, parece que esta situación está cambiando y en 2023 la exposición antológica que se ha realizado en el Art Institute de Chicago y la publicación de sus textos completos por la editorial Renacimiento en el libro El tejido de los sueños, parecen confirmar la recuperación de una figura fundamental del arte español del siglo XX.
(Servicio de Información Bibliográfica)
Cronología
Nace el 16 de diciembre en Anglés (Girona)
Se instala en Barcelona y entra en contacto con las vanguardias artísticas
Inicia su exilio en México, donde lleva a cabo diversas labores artísticas
Exposición en la galería Juan Martín, en la que revalida su éxito
Inicia sus estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Se traslada a París, donde se introduce en el círculo surrealista
Primera exposición individual en la galería Diana de Ciudad de México
Fallece el 8 de octubre de 1963 en Ciudad de México