Para tomar decisiones con criterio, ¡evaluemos!. Los inicios de la aplicación de metodologías de evaluación en las bibliotecas públicas de Cataluña y España
Per a prendre decisions amb criteri, avaluem! Els inicis de l’aplicació de metodologies d’avaluació a les biblioteques públiques de Catalunya y Espanya
Eulàlia Espinàs Riera
Item: revista de biblioteconomia i documentació, ISSN 0214-0349, n. 63 juliol- desembre 2017, p. 7-24
Los servicios culturales como museos y bibliotecas consideran que la evaluación es una herramienta de gestión diaria para medir la consecución de objetivos que facilita la valoración objetiva de resultados; el diagnóstico de puntos fuertes y débiles; la medida del impacto de los servicios, actividades y proyectos; y la comparación contextualizada con instituciones similares. La evaluación es un potente instrumento para la gestión en una triple dimensión:
para medir y analizar los resultados de una acción, servicio o actividad; para comprobar la consecución de los objetivos propuestos; y para conocer el impacto entre los usuarios y el entorno. Se trata de un proceso de cuatro fases generales que se retroalimentan: detección e identificación de problemas; análisis de los datos; valoración de las posibles soluciones, y toma de decisiones. Un sistema de evaluación debe aplicarse desde la perspectiva de la calidad. Partiendo del uso del programa PAB (Programa de Análisis de Bibliotecas) como metodología de evaluación, se analiza la importancia de contar con un buen sistema de indicadores como instrumento importante en la toma de decisiones. Se insiste en la importancia de que los indicadores sean fiables y relevantes y se decribe el potencial de los indicadores de rendimiento. En cuanto al benchmarking se entiende como contraste con otras instituciones en un proceso de observación y análisis de los datos recogidos. La importancia de la satisfacción de los usuarios se aborda desde la experiencia de los primeros estudios de usuarios llevados a cabo entre 1998 y 2000 hasta la actualidad. Otro de los puntos básicos en el proceso de evaluación es el compromiso con la toma de decisiones y la rendición de cuentas que se materializa en la Memoria de gestión, buena herramienta para la comunicación pública y la transparencia. Como último aspecto se aborda el valor social de las bibliotecas y la importancia del reconocimiento político y social de las actividades bibliotecarias.
Resumen elaborado por María Osuna González