BNElab
Hoy es un día importante para nosotros: mostramos el trabajo que da comienzo a BNElab.
Lo entendemos como punto de partida, nuevo enfoque acerca de nuestro papel y modo de entender la difusión del patrimonio que preserva la BNE, como una actitud diferente y necesaria ante la generación y distribución de conocimiento a partir de nuestras colecciones.
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Un poco de historia (digital) de la BNE
La digitalización de la cultura y la cultura digital llegaron a la BNE hace poco más de una década pero la revolucionó en multitud de aspectos. De una manera evidente en algunos casos (con un impacto claro en procesos y servicios), pero de forma más sutil y paulatina en otros.
Comenzamos digitalizando nuestras colecciones como medio de preservación. Después nos ocupamos de dar acceso a lo digitalizado. Y en poco tiempo el medio digital se convirtió en el más importante para dar a conocer el patrimonio bibliográfico y documental de la Biblioteca.
Creamos nuevas formas de cooperación con otras instituciones de la memoria; aprendimos otras narrativas y lenguajes para contar y compartir lo que aquí preservamos, experimentamos con nuevas herramientas. En redes sociales, en plataformas de cooperación, en proyectos pedagógicos, grupos de investigación, de innovación tecnológica… vimos el potencial para hacer nuestro patrimonio presente y relevante en la sociedad como motor de aprendizaje y conocimiento, de desarrollo tecnológico, de innovación y creación.
Y entendimos que promover este enfoque de creación colaborativa, en el que son los ciudadanos quienes aportan nuevos valores y usos al patrimonio cultural, debía articularse institucionalmente.
En el Plan Estratégico 2015-2020 de la BNE se incluyó como objetivo estratégico el impulso a la reutilización de contenidos y colecciones digitales de la BNE, en línea con la Ley sobre Reutilización de Información del Sector Público.
La oportunidad. El proyecto
En 2016 el convenio con Red.es para el impulso de la reutilización de los contenidos digitales permitió dar forma a este objetivo.
El proyecto se ha articulado en cuatro grandes ejes de trabajo:
1. Datos
Los datos son la verdadera infraestructura en cualquier proyecto digital. Contar con conjuntos de datos tan estructurados y normalizados como los bibliotecarios son el auténtico “punto fuerte” de nuestro sector, y es importante que se conozcan y facilitar su reutilización.
La BNE ha trabajado mucho en adaptar y enriquecer con tecnología semántica los datos de su catálogo, y con este convenio seguirá creciendo y enriqueciéndose datos.bne.es.
Y trabajaremos también en el resto de datasets (de Biblioteca Digital Hispánica, Bibliografía Española, catálogo…) para crear conjuntos más “manejables”, útiles, descargables en distintos formatos (marcxml, json y csv) desde nuestra cuenta de GitHub y más adelante a través de un API.
2. “Productos”
¿Qué se puede hacer con nuestros datos y colecciones digitales? En los últimos años hemos trabajado para mostrar ejemplos de qué se puede crear y en qué ámbitos es relevante y útil el patrimonio que preserva BNE: recursos digitales para la docencia y el aprendizaje, la investigación, la innovación o el entretenimiento.
En una primera fase de este proyecto continuaremos expandiendo las posibilidades, descubriendo y sugiriendo nuevos usos, explorando campos en los que nuestras colecciones pueden ayudar a crear cosas nuevas y útiles: en gastronomía, diseño, moda, turismo… y en tantos que aún no sospechamos.
En la página de presentación de BNElab os mostramos algunos – y otros que están por venir.
3. Herramientas
Además de inspirar, queremos (y esto es lo más importante) facilitar las herramientas para que otros puedan hacerlo. Queremos que sean otros quienes ideen, inspiren, (re)creen y utilicen.
Hoy por ejemplo abrimos una convocatoria de propuestas para la creación de libros interactivos. Ponemos la herramienta con la que se elaboraron el Quijote y el Leonardo interactivos a disposición de grupos de interés o de investigación, para el enriquecimiento de una obra o colección de la Biblioteca Digital Hispánica.
Y en los próximos meses estarán disponibles:
- Una plataforma de crowdsourcing para proyectos colaborativos (de transcripción, enriquecimiento de obras y colecciones, georreferenciacion etc.).
- BNEscolar como plataforma orientada a (re)utilización en la docencia.
- Un espacio para la investigación y la edición digital académica.
- Herramientas de análisis y visualización de datos.
4. Comunidad
Es evidente que todo esto implica un enfoque necesariamente cooperativo. Es mediante la participación y la co-creación como podremos descubrir nuevos usos del patrimonio que conservamos, lo haremos útil para nuestras vidas y definitivamente nuestro.
Facilitaremos encuentros, convocatorias, talleres de reutilizadores para que broten nuevas ideas y entre todos hagamos que dejen de ser sólo eso, ideas.
¿Por qué BNElab?
La cultura lab y la creación de laboratorios culturales se ha extendido en los últimos años, en sectores muy diversos y con enfoques diferentes. Pero nacen de la misma idea: una nueva actitud respecto a la (re)creación y a la distribución de conocimiento en nuestro siglo. Implica interdisciplinariedad, adopción (crítica) y experimentación creativa con la tecnología, orientación colaborativa y democrática, no dogmática.
Esos son los principios de nuestra estrategia de reutilización y el origen de BNElab, que por definición está en construcción y lo estará siempre. Porque por definición también las formas de creación y acceso al conocimiento mutan y se reinventan. Y quienes preservamos la huella original de ese conocimiento también debemos guardar y dejar constancia de sus sucesivas mutaciones.
Para seguir construyendo el edificio de nuestra memoria cultural, y que en él sigamos estando todos.