Curiosidades de la Sala Barbieri (Primera parte)
“La música es un vehículo de expresión que nos ayuda a transmitirnos y amarnos”
Desde sus inicios la música siempre ha estado presente en la BNE y constituye uno de los más importantes tesoros que conserva. Cuando el 16 de marzo de 1896 la Biblioteca Nacional abre sus puertas, la música se ubicaba en una de las 24 salas que formaban el Departamento de Impresos. Desde entonces las noticias que aparecen sobre música son abundantes. Indagando en diferentes publicaciones: Anales de la Biblioteca, revistas, notas de diferentes responsables, etc. se puede reconstruir la historia del Departamento de Música.
En 1875 la música de la Biblioteca Nacional se comenzó a organizar como Sección, así nos lo cuenta, Cándido Bretón Orozco en la Breve noticia de la Biblioteca Nacional “La Sección de Música ha comenzado a organizarse en el mes de octubre… Las obras que comprende son, en su mayor parte de compositores modernos, si bien hay algunas muy estimables compuestas por antiguos maestros españoles…”
Con más extensión Don Julián Paz Espeso nos relata los recuerdos y referencias que su padre, Don Antonio Paz y Meliá hace sobre música (aficionado a la música y casado con Isabel Espeso, arpista del Teatro Real), nos comenta: “Los fondos musicales en la antigua biblioteca de la calle Arrieta, allá por los años de mil ochocientos setenta estaban en un semisótano…” Este catalogó todos los fondos musicales, trabajo que se realizó en la Sala de Manuscritos. Así nació la Sección de Música.
En 1876 ya se discutía sobre quien debía dirigir la Sección. Aparece en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, un artículo abogando la tesis de que su personal no necesite pertenecer al Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios, sino que más bien sea un artista que conozca y profese todos los secretos del arte de la música.
En el año de 1877, en otro artículo se comentará “que son más necesarios los conocimientos de paleografía, , lenguas antiguas y después de música”.
La Revista de Archiveros, Bibliotecarios y Museos (1896) pública la siguiente nota “Instalación de la Biblioteca Nacional en el Palacio de Recoletos… se compone de dos Departamentos: el de Impresos y el de Manuscritos, entre ellas una sala de Música.
En el año 1911 una nota de D. Antonio Paz y Meliá, enviada por Ramón Paz, entonces, jefe de Manuscritos, nos comenta la necesidad de contratar a un empleado con conocimientos musicales para emprender la catalogación del Legado de Barbieri.
En el año 1913 ingresa en la BN Julio Gómez y se le encarga los fondos musicales, pero ante la insistencia de Rodríguez Marín tendrá que dedicarse a la atención al público, dejando la música, aunque la catalogó esporádicamente. Poco después J. Gómez se traslada a la Biblioteca del Real Conservatorio de Madrid.
Unos años después Julián Paz Espeso comenta que por estos años siendo Jefe del Servicio de Catalogación D. Lorenzo Santamaría, la música la está catalogando Francisco Suarez Bravo.
Fue en el año 1930, siendo D. Miguel Artigas director, cuando Música y Mapas pasan a Bellas Artes. Años después H. Anglés y J. Subirá (1944) inician la preparación de un catálogo de las obras musicales que se conservan en BN, encargo del Instituto de Musicología. Para apoyar dicho proyecto en 1945, Dª María Isabel Niño Mas es nombrada jefa interina para formar una Sección de Música.
1946 se forma la Discoteca. Los documentos musicales se instalan en el índice, en el hueco de un ventanal. En 1957 la música pasa al Archivo Histórico en el segundo piso (ahora revistas).
1958 se crea el Servicio de Reproducción del Sonido encargándose D. Félix Alejandro Alarcón. El 23 de Abril de 1958 será la inauguración del nuevo Servicio de Reproducción del Sonido. En este año se nombra jefe de la Sección de Música y del Archivo de la Palabra a Isabel Niño Mas.
El Departamento de Música y Audiovisuales y la Sala Barbieri, como se le designa en la actualidad ha conocido un verdadero enriquecimiento tanto en la cantidad de materiales que se conservan como en su importancia musical. Ha pasado por traslados, etc.
Como ocurre en todos los Departamentos el tiempo ha hecho que dentro de sus depósitos y Salas de trabajo se reúnan anécdotas, curiosidades y recuerdos que enriquecen diariamente nuestra historia.
Relación de Francisco Asenjo Barbieri con la BNE
Francisco Asenjo Barbieri (Madrid, 3 de agosto de 1823 - 17 de febrero de 1894) fue un compositor y musicólogo español, autor principalmente de zarzuelas. Considerado como el padre de la zarzuela y precursor del idioma musical español. Barbieri es honrado como el creador de un teatro musical auténticamente español. Compuso unas sesenta zarzuelas. Entre ellas destacan algunas obras plenas de ingenio y espíritu popular, como Jugar con fuego (1851), Los diamantes de la corona (1854), Pan y toros (1864) y El barberillo de Lavapiés (1874).
El archivo de obras de Francisco A. Barbieri que se conserva en la Biblioteca Nacional de España está formado por la práctica totalidad de su producción musical autógrafa, su biblioteca personal, sus papeles de trabajo y correspondencia... Los papeles y su biblioteca fueron donados por el compositor a su fallecimiento (1894).
Las partituras autógrafas de Barbieri se adquieren por derecho de tanteo en subasta pública celebrada el 17 de junio de 1999, e ingresan en el Servicio de Partituras de la Biblioteca Nacional en septiembre del mismo año.
Es conocido por todos, cómo el compositor incrementó su biblioteca personal. Los fondos musicales en la antigua biblioteca a finales del siglo XIX estaban en un pasillo y nadie tenía acceso a ellos. Únicamente Barbieri «merodeaba» por allí de vez en cuando, y se decía que con algunos de ellos aumentó su valiosa biblioteca.
La batuta de Ruperto Chapí
En 1953 los herederos de Chapí vendieron a la BN con los informes favorables de Julio Gómez e Isabel Niño nombrados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando el archivo de Ruperto Chapí.
La parte del archivo que se conserva está formado por la casi totalidad de su producción manuscrita, borradores, recortes de prensa y objetos personales.
Entre los objetos personales hay una batuta. Es una pieza de madera con la empuñadura y la punta en oro. La empuñadura lleva un grabado con una lira rodeada de una panoplia con instrumentos musicales y en la punta dos cenefas.
El baúl de Gerardo Gombau
El archivo de Compositor Gerardo Gombau se conserva en la Biblioteca Nacional de España. Se adquirió junto con el baúl con el que viajaba, donde llevaba apuntes musicales para la interpretación.
El archivo está formado por sus borradores de trabajo, partituras autógrafas, cerca de cuarenta cintas magnetofónicas de sus creaciones electroacústicas, apuntes, conferencias, documentación personal y profesional, correspondencia, recortes de prensa y la parte de su biblioteca personal correspondiente a música de otros autores. Se adquiere por compra a Ángeles de la Cuesta (avda. de Gerardo Gamba) en 1973.
Curiosa partitura (Mc 3649/40)
En “La música del siglo XIX : una herramienta para su descripción bibliográfica” en la introducción firmada por Nieves Iglesias, dice: “ Una señora o señorita compra una partitura, “La Campanela”, un arreglo de Franz Liszt sobre un rondo de Paganini, publicado por Breitkopf & Hartel en 1916, supongo que la interpreta para ella, o para sus familiares o amigos, pero no le basta y le prepara un vestido, una especie de encuadernación supe personalizada. Un funda doble, en la exterior, un papel vegetal que imita al pergamino, dibuja el título de la obra dentro de una orla de flores pintadas, en el interior, sobre una tela de seda, borda a punto de cruz, en puntadas mínimas, cuatro ramilletes de rosas Las dos fundas están unidas por una cinta de seda blanca que recorre todos los bordados. Los colores han adquirido un tinte suave, romántico, y la seda comienza a abrirse”
Pintura de Carlos Patiño
Retrato de Carlos Patiño atribuido a su hijo Pedro Félix Patiño (1623-1664)
Hay un error de descripción de la pintura anónima del siglo XVII conservada en el Departamento de Música y Audiovisuales, despacho del Director del Departamento que fue atribuida durante muchos años a Mateo Flecha.
En la publicación de Lothar Siemens Hernández “ Carlos Patiño: obras musicales recopiladas” nos comenta el error en la clasificación: Hay dos indicios que nos revelan la identificación verdadera. El vestido que nada tiene ver con el hábito carmelitano que usara fray Mateo Fecha, el joven viste más bien a la moda del siglo XVII y la música y letra de la partitura que muestra el personaje retratado manifiesta una grafía del siglo XVII. Lo más interesante es que la música representada reproduce sin duda, el íncipit de María, Mater Dei, el motete más famoso y difundido del compositor de Felipe IV, Carlos Patiño. El óleo, nos apunta, fue pintado por Pedro Félix Patiño su hijo.
La carta de los ratas conservada en el Departamento de Música (M. Chueca /27/1)
Dentro del capítulo de anécdotas, quizás una de las más graciosas es la que le ocurrió al Maestro Chueca.
A los ocho días de estrenarse “La Gran Vía” apareció en un periódico la noticia de la sustracción de su cartera. Unas horas después apareció la cartera junto con una carta.
La carta dice:
Al saber por los periodistas que la cartera sustraída hace unos días en el tranvía del Este a las 6 y media de la noche pertenecía al Mtro. Chueca.
El gremio acordó en junta General devolverle dicha cartera con los tres billetes de banco que contenía y cinco duros más de gratificación por parte nuestra como prueba de respeto y admiración al guripa de más pupila y más salero de España.
Como vera V. no nos quedamos con nada de lo que contenía la cartera más que con su retrato, como recuerdo para esta academia. Dios guarde a V. muchos años y le conserve la salud para que se ocupe pronto de nosotros en el escenario.
El rata 1º El rata 2ª El rata 3ª
Vº Bº La chata. La pelos
Cilindro de cera: Gernikako Arbola (CL/191)
El cilindro de cera es el soporte del primer método de grabación que se puede escuchar en un reproductor “fonógrafo”, inventado por Edison (1877). La BNE conserva las colecciones de Mariano Montejano y Miguel Narro de un total de 500 cilindros: zarzuelas, música clásica, óperas, archivo de la palabra, música de revista, etc.
En la colección conservamos una de las composiciones más queridas por el pueblo vasco, un himno no oficial, homenaje al árbol y los fueros vascos. Está compuesta por Juan María Blas de Altuna y la letra es de J. M. Iparraguirre. Es quizá la grabación más antigua de este himno que existe.
Hace mil años que se dice que Dios plantó el árbol de Guernika. Mantente en pie ahora y siempre. Si caes estamos perdidos
“Breve reseña histórica de la Sección de Música y Archivo de la Palabra Hablada” En Revista. Niño Mas, Isabel.
“Instrumentos musicales en colecciones españolas. VII”. Cristina Bordas Ibáñez, 2001
“La música del siglo XIX : una herramienta para su descripción bibliográfica”. Nieves Iglesias Martínez e Isabel Lozano
“Carlos Patiño (1600-1675) : obras musicales recopiladas”. Lothar Siemens Hernández. Cuenca : Instituto de Música Religiosa de la Diputación Provincial, 1999.
Super :)))