La colección García Figueras

La colección García Figueras
20 de Junio de 2013

La Biblioteca conserva un extenso fondo documental sobre África. Durante 2012 se ha conmemorado el centenario del Protectorado Español de Marruecos, del cual España se hizo cargo tras la firma del tratado hispano-francés de 1912. La Biblioteca posee esta colección, en gran medida, gracias a la donación de sus archivos que en 1966 hizo a esta institución don Tomás García Figueras, ex militar africanista que dedicó su vida a preservar y difundir la cultura del pueblo marroquí.

García Figueras nació en Jerez de la Frontera, Cádiz, en 1892. Al cumplir la mayoría de edad ingresó en la Academia Militar de Artillería. Su brillante carrera en el ejército le permitió ascender hasta que se retiró en 1931 como comandante. Su época como militar le unió inexorablemente a África, aunque en una entrevista concedida a ABC en 1973 declaró que su gusto por los temas africanos nació antes de que conociera el continente vecino. En Tánger fue designado Inspector General de Seguridad y ocupó ese cargo durante los dos años anteriores a su retirada del ejército. Aquella coyuntura le permitió aunar dos de sus pasiones: el africanismo y la literatura. Desde 1931 se dedicó por completo a escribir e investigar, además de promover las relaciones entre Andalucía y Marruecos, sirviéndose de sus cargos como Delegado de Educación y Cultura del Protectorado y Delegado de Asuntos Indígenas durante los años 40 y principios de los 50. En ese período participó en la reunión que mantuvieron Hitler y Franco en Hendaya como asesor sobre el norte de África en las conversaciones que España sostuvo con la Alemania nazi. García Figueras volvió a su ciudad natal cuando Marruecos logró la independencia en 1956; allí fue alcalde entre 1958 y 1965. Durante su mandato trató de trasladar al municipio la concordia, el entendimiento y la cultura que caracterizaron sus relaciones con el Sur.

La producción literaria de don Tomás es muy extensa y todas sus obras constituyen un referente sobre la forma de vida de los norteafricanos. Entre ellas destacan Marruecos, que fue Premio Nacional de Literatura en 1940,  y Recuerdos centenarios de una guerra romántica: La guerra de África, editado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas y que evidencia la notoriedad que García Figueras alcanzó en la investigación sobre el norte de África. El prestigio que alcanzó don Tomás le llevó a formar parte de la Real Academia de la Historia y del Instituto Internacional de Civilizaciones de Bruselas; fue además condecorado con la Medalla de la Legión de Honor francesa y la Medalla de la Orden Mehdaula de Marruecos, entre otras. García Figueras no cesó en su actividad como escritor, oficio al que se dedicó hasta su fallecimiento. Murió en febrero de 1981 a los 88 años en Jerez de la Frontera, ciudad que le nombró hijo predilecto.

La colección

La Biblioteca creó la Sección África en 1966 con motivo de la donación de don Tomás. A dicho patrimonio se sumó el fondo ya existente en los depósitos de la Biblioteca sobre África y el mundo árabe. Otras personalidades aportaron documentos que aumentaron el fondo de la Sección: Juan Fontán Lobé, Emilio Bonelli y Juan María Bonelli i Rubió, Gobernador General de Guinea, que donó su archivo personal al completo a la Biblioteca y a la Dirección General  de Marruecos y Colonias. La Biblioteca cerró la Sección definitivamente en enero de 1989 con un fondo que se distribuyó por diferentes departamentos de la institución y que está compuesto de libros, folletos, manuscritos, dibujos y grabados, fotografías, mapas y postales.

En septiembre de 2007, la Biblioteca incluyó en su agenda una sesión del ciclo Una cita en la BNE dedicada a la Sección África y que tuvo como protagonista la figura de García Figueras. El acto tuvo lugar el día 12 y en él intervinieron Lourdes Gutiérrez, responsable del Servicio de Información Bibliográfica y María Teresa Ríos, jefa de la Sección de Investigadores de Bellas Artes y Cartografía. Ambas se encargaron de presentar y describir la colección, mientras que las palabras sobre la vida y obra de don Tomás correspondieron a su sobrino, Manuel Fernández: “Mi tío fue también un destacado conferenciante que desarrolló los dos grandes ideales de su vida literaria, los temas africanos y jerezanos. Recuerdo que en el año 1956, y en la Cátedra del Vino de Jerez,  dictó una lección magistral sobre la presencia del vino en la poesía arábigo-andaluza”.

“El valor sociocultural de la colección es enorme; en ella se puede encontrar cualquier archivo que describa la cultura de los pueblos del norte de África”, comenta Lourdes Gutiérrez. Las vitrinas del Salón Italiano de la Biblioteca acogieron desde el 26 de noviembre hasta mediados de enero una pequeña exposición bibliográfica que agrupó los documentos más relevantes sobre el Protectorado Español de Marruecos, pertenecientes a la antigua Sección África. El centenario ha sacado a la luz este patrimonio, que se presenta a los usuarios para que conozcan mejor  la cultura marroquí; como ejemplo de la gran variedad documental que ofrece la colección García Figueras, se encuentra una selección de romances árabes. Todo el fondo está catalogado y es accesible mediante el catálogo en línea de la Biblioteca.

La colección García Figueras la integran numerosas pinturas de tema africano, medio millar de cajas que albergan cerca de 12.000 folletos, así como correspondencia personal del militar. También se pueden encontrar cerca de 1.000 grabados y dibujos,  y más de 800 mapas, no sólo de Marruecos sino también de zonas como Ifni, Sáhara o la Guinea española. Pero sin lugar a dudas, lo más abultado de la colección son las cerca de 30.000 fotografías que retratan la esencia de ese lugar tan especial para don Tomás y otros muchos españoles. Las escenas castrenses, la vida diaria en la región, las construcciones y los paisajes son una constante del fondo fotográfico.

En un mundo cada vez más acelerado donde las distancias se acortan, merece la pena revisar la memoria de un pueblo cercano que durante 44 años dependió de España. Varios estudiosos del periodo coinciden en apreciar la política tolerante que desarrolló España con las instituciones religiosas, la lengua y la cultura del lugar, así como la importancia de las inversiones que realizó en infraestructuras y obras sociales. Cien años después, y con la ayuda de don Tomás, comprender el mundo árabe se antoja más sencillo gracias a su legado.

Javier Portillo Suárez Servicio de Web

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