Germanista y traductor , nació en Madrid, en 1896. Educado en el seno de una familia culta y acomodada, desde niño asistió al Colegio Alemán de Madrid, donde aprendió el idioma.

Ana de Lobera Torres, más conocida como Ana de Jesús, su nombre de profesa, fue una religiosa carmelita descalza (OCD), fiel discípula de santa Teresa de Jesús y fundadora de varios conventos de su orden, entre ellos, los primeros constituidos en Francia y Flandes.

Es el escritor más interesante de la generación del 98, y sus lectores y los estudiosos de su obra no han dejado de crecer desde entonces.

Novelista, poeta y periodista, nace en Granada el 3 de junio de 1881. Realiza sus primeros estudios en el Colegio del Sacromonte. En 1896 comienza la carrera de Filosofía y Letras en Granada que finaliza en Madrid.

Dramaturga, poeta y traductora. Nació en Málaga el 14 de agosto de 1768.

Misionero dominico (OP), filólogo, geógrafo, historiador y explorador de la Amazonía peruana, estudioso de la lengua machiguenga y de la etnología y antropología de dicha región.

Sacerdote, capellán castrense e historiador, Agustín Coy Cotonat nació en Sort (Lérida) el 18 de enero de 1859. Hijo de José Coy y de Eulalia Cotonat. Estudió en los seminarios de Solsona y de Seo de Urgel.

Ángela Figuera Aymerich es una de las poetas más destacadas de la segunda mitad del siglo XX español

El clérigo vasco Aitzol, José Ariztimuño Olaso, fue un promotor del eusquera y un renovador de su literatura. Ideólogo y activista del nacionalismo vasco, fue el más significativo de los catorce religiosos vascos fusilados en el bando franquista durante la última guerra civil.

Traductor e ilustrador, creció en el seno de una familia conservadora y monárquica, pero él se inclinó hacia la izquierda republicana y en el terreno artístico también desafió las convenciones, adhiriéndose en su juventud a la corriente ultraísta.

Historiadora de la literatura, traductora, biógrafa, escritora, investigadora, especialista y bibliófila de literatura infantil, nació el 25 de diciembre de 1918 en Madrid.

Historiador, bibliólogo y archivero, además de excelente paleógrafo, estos conocimientos le sirvieron para transcribir infinidad de manuscritos. En todas estas facetas destacó este fraile agustino.