Catedrático de derecho, rector de la Universidad de Oviedo y escritor asturianista, Fermín Canella y Secades nació en Oviedo (Asturias) el 7 de julio de 1849.

Uno de los grandes olvidados si lo comparamos con alguno de sus coetáneos de la generación del 98 aunque en vida sí que gozó de fama tanto por sus crónicas periodísticas como por sus críticas teatrales.

Médico y divulgador especializado en obstetricia, Miquel Masseras i Ribera nació en Mont-roig del Camp (Tarragona) en 1857.

Autor polifacético, fue historiador del arte, arqueólogo, pintor y escultor. Narciso Sentenach y Cabañas nació en Soria en 1853, aunque pasó su infancia y juventud en Córdoba y Sevilla.

Maestro, pedagogo y ensayista, nació en Ronda (Málaga) el 10 de octubre de 1839.

Antonio Cánovas del Castillo y Vallejo, sobrino del político conservador Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897), nació en Madrid el 22 de diciembre de 1862.

Dibujante, pintor, grabador, diseñador, bibliófilo, escritor y poeta catalán, procedía de una familia de aristócratas.

Si no fuera por la secular división de España, que habría de helarle el corazón, Antonio Machado podría ser considerado el poeta nacional.

Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y abogado de profesión, su actividad creativa giró en torno a la música y a la fotografía.

Uno de los más importantes filósofos españoles de la primera mitad del siglo XX

Después de estudiar en el instituto San Isidro de Madrid ingresa en la Armada, pero le puede más su gusto por la literatura y el periodismo y pronto comienza a colaborar en publicaciones como El Imparcial, donde adoptará el pseudónimo de Un Lunático.

Nació en Tarragona en 1829 y murió en Madrid en 1912. Además de ser un destacado ingeniero, fue también historiador, arqueólogo y arabista.