Uno de los grandes olvidados si lo comparamos con alguno de sus coetáneos de la generación del 98 aunque en vida sí que gozó de fama tanto por sus crónicas periodísticas como por sus críticas teatrales.
Nacido en la capital en 1877, había tenido tiempo de aprender 15 lenguas y de publicar numerosos libros e incontables artículos de revista. A esto hay que añadir sus muchas iniciativas de reforma social y protección de los más débiles.
A caballo entre dos siglos transcurrió la vida de esta mujer polémica, valiente, libre-pensadora y de espíritu crítico, muy admirada y leída por unos y denostada y marginada al mismo tiempo por otros de sus contemporáneos.
Escritor, abogado e historiador, Mariano Pardo de Figueroa y de la Serna nace en Medina Sidonia el 18 de noviembre de 1828.
Poeta, prosista y ensayista, nació en Palma de Mallorca el 7 de octubre de 1873, hijo de Margarita Villalongo Puig y de Juan Alomar Barbarín, que por su condición de oficial del ejército se vio obligado a trasladarse junto a su familia a diferentes destinos de la Península.
Diplomático y político nacido en Valencia, su familia procedía de la nobleza francesa. Tras estudiar Derecho en la Universidad de Madrid, en 1869 ingresó en el cuerpo diplomático, lo que le permitió viajar por todo el mundo.
Pintor, escritor y dramaturgo catalán, pertenecía a una familia bien establecida dedicada al sector textil con base en Manlleu. Quedó huérfano siendo un niño y permaneció bajo la tutela de su abuelo Santiago, quien marcaría su carácter para bien y para mal.
Regeneracionista, ingeniero, geólogo y pionero de la paleontología española, nació en el seno de una humilde familia oscense. Tras iniciar el bachillerato en Zaragoza, completó sus estudios en Madrid, donde se había trasladado junto a su padre, maestro destinado a la capital.
Humanista, escritora y políglota, Luisa Sigea de Velasco nació en 1522, en Tarancón (Cuenca), población entonces perteneciente al Reino de Toledo, de ahí que fuera conocida con el apodo de Toledana.
Profesora, pedagoga, escritora, periodista y traductora, fue una persona con inquietudes sociales y especialmente preocupada por la situación de la mujer de la época, que trató de poner su granito de arena para la liberación de esta a través de una labor regeneracionista de la educación.