Autor polifacético, fue historiador del arte, arqueólogo, pintor y escultor. Narciso Sentenach y Cabañas nació en Soria en 1853, aunque pasó su infancia y juventud en Córdoba y Sevilla.

Comediógrafo y escritor costumbrista español. Nacido en San Roque (Cádiz) en 1874, se trasladó de niño junto con su familia a Zaragoza, donde residió hasta su muerte en 1943.

Afamado comediógrafo, Pedro Muñoz Seca nació en El Puerto de Santa María el 20 de febrero de 1879

Pintor y caricaturista nacido en Pamplona, a los tres años se trasladó junto a su familia a Alicante, ciudad que marcaría su trayectoria personal y profesional

Pintora e ilustradora nacida en Vivero (Lugo), pasó su infancia en diversas ciudades de la costa gallega, destinos laborales de su padre, inspector de aduanas, donde conoció personas y paisajes que la marcarían de por vida.

Crítico de arte y escritor, nace en Monforte de Lemos, provincia de Lugo, hacia 1883. Realiza sus estudios primarios y secundarios en el colegio de los Padres Escolapios de su ciudad natal.

Traductor e ilustrador, creció en el seno de una familia conservadora y monárquica, pero él se inclinó hacia la izquierda republicana y en el terreno artístico también desafió las convenciones, adhiriéndose en su juventud a la corriente ultraísta.

Pintor y arqueólogo naval, nació en Valencia en 1843. A los doce años se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos. Abandonó estos estudios para desarrollar otra de sus aficiones y cursar la carrera de piloto naval en la Escuela Náutica de Valencia.

Escritor y humorista, Enrique Labarta Pose nació en Bayo (La Coruña) el 22 de julio de 1863.

Pintor y dibujante nacido en Barcelona, abandonó su carrera profesional como maestro de obras para estudiar pintura junto a Martí Alsina. Con apenas veinte años publicó sus primeras ilustraciones como acompañamiento cómico de los Singlots Poètics.

Poeta satírico y castizo, Luis de Tapia estudió en el instituto San Isidro de Madrid y llegó a licenciarse en Derecho y a iniciar estudios de Ingeniería, pero tras el éxito de sus Salmos, breves poemas publicados en El Evangelio bajo el pseudónimo de David, decidió dedicarse por completo a la literatura.

Pintor, escritor y dramaturgo catalán, pertenecía a una familia bien establecida dedicada al sector textil con base en Manlleu. Quedó huérfano siendo un niño y permaneció bajo la tutela de su abuelo Santiago, quien marcaría su carácter para bien y para mal.