Teatro
La colección ha ido incorporando desde sus orígenes: obras dramáticas (comedias sueltas o desglosadas, partes de comedias, colecciones facticias…), libretos pertenecientes al género del teatro lírico, estudios sobre teatro, y posteriormente fondos relacionados con el cine (guiones cinematográficos, carteles, catálogos de distribuidores, etc.)
Historia de la colección
La antigua “Sección de Teatro” es heredera de la “Sección de Obras dramáticas”, creada en 1873 dentro del Departamento de Impresos. Era uno de los dos grandes departamentos en que se dividía la Biblioteca Nacional, el otro era el de Manuscritos.
Se organizó en doce subdivisiones:
- Historia general del teatro y de la literatura dramática y tratados sobre arte dramático
- Colecciones universales
- Teatro griego
- Teatro latino
- Teatro latino de la Edad Media
- Teatro español, repartido en seis subsecciones
- Teatro portugués
- Teatro italiano
- Teatro francés
- Teatro inglés
- Teatro alemán
- Teatros varios
Al producirse el traslado de la Biblioteca Nacional al actual edificio en 1894 se mantuvo la estructura en dos departamentos (un proyecto de reglamento de 1876 la había estructurado en seis, aunque la “Sección de Obras dramáticas” había continuado dentro del de Impresos). Junto con la nueva “Sección de Cervantes” quedó dentro del citado Departamento de Impresos con el nombre de “Sala de Teatro”.
A mediados de los años 80 del pasado siglo se producen cambios estructurales en la Biblioteca Nacional que llevan a la desaparición oficial de dicha Sección. Se crea el Gabinete de Impresos Reservados y dentro de éste una “Sección de Siglo de Oro”, de corta vida, con la responsabilidad de las antiguas Secciones de Cervantes y Teatro. La consecuencia inmediata fue la interrupción del incremento de la colección teatral con nuevas adquisiciones. Finalmente la colección de teatro impreso quedaría englobada, a partir de 1986, en el Servicio de Manuscritos, Incunables y Raros, hasta la posterior incorporación de los fondos al Servicio de Reserva Impresa creado en el año 2006.
Fueron varios los bibliotecarios que prestaron particular atención a la rica colección teatral. Aunque no destacó por su actividad bibliotecaria, hay que citar a Vicente García de la Huerta, escribiente primero entre 1761 y 1766, autor del Catálogo alphabético de las comedias, tragedias, autos, zarzuelas, entremeses y otras obras correspondientes al Teatro Hespañol, último volumen de los dieciséis de que consta su obra Teatro Hespañol. Bibliotecario mayor fue entre 1811 y 1812 Leandro Fernández de Moratín, autor de tres catálogos: Catálogo de piezas dramáticas publicadas en España durante el siglo XVII y autores que las escribieron, Catálogo histórico y crítico de piezas dramáticas anteriores a Lope de Vega y Catálogo de piezas dramáticas publicadas en España desde el principio del siglo XVIII hasta la época presente (1825). La labor del último bibliotecario mayor y primer director de la biblioteca entre 1854 y 1861, Agustín Durán, fue fundamental desde el punto de vista del incremento de la colección, al incorporarse la suya propia a su muerte. Posteriormente, fueron directores los dramaturgos Juan Eugenio Hartzenbusch (1862-1875) y Manuel Tamayo y Baus (1884-1898).
Los fondos
La colección consta de 55.264 volúmenes bajo la signatura T y 644 colecciones bajo la signatura Ti (Teatro incompleto: incluye publicaciones cuyos tomos sucesivos dejaron de aparecer o no tuvieron ingreso en la biblioteca).
Desde su creación, fueron incorporándose a la sección todos los fondos relacionados con el teatro: obras dramáticas (comedias sueltas o desglosadas, partes de comedias, colecciones facticias…), libretos pertenecientes al género del teatro lírico, estudios sobre teatro… Posteriormente, ingresaron obras de temas afines como el cine: la sección alberga guiones cinematográficos con documentación gráfica complementaria, que abarcan desde finales de los años 60 hasta principios de los 80; papeles de propaganda, carteles, catálogos de distribuidores, etc. de películas y de obras de teatro.
Importantes fondos contribuyeron al incremento de la colección, mereciendo recuerdo los siguientes:
- La biblioteca de Juan Nicolás Böhl de Faber, adquirida en 1849, que destaca por una interesante colección de 50 volúmenes facticios de comedias impresas en el siglo XVIII y algunas en el XVII.
- La colección de Agustín Durán, cuya faceta de bibliófilo abarcó, entre otros aspectos, el coleccionismo teatral. Su biblioteca fue vendida por su viuda a la Biblioteca Nacional en 1863, biblioteca que constaba de 3.700 volúmenes y legajos, con una numerosa colección de obras dramáticas, entre las que se encontraban la colección de comedias de Lope de Vega en 25 tomos; las llamadas “Partes extravagantes” de comedias de Lope (llamadas así por haberse publicado en diversos puntos de España, en competencia con los editores principales del gran dramaturgo); 48 de varios autores, publicadas entre 1652 y 1704; obras de Torres Naharro, Lope de Rueda, Timoneda, Cervantes, Guillén de Castro, Tirso de Molina, Pérez de Montalbán, etc. además de varias colecciones de comedias sueltas y entremeses. Junto a estas obras impresas, numerosas colecciones de obras dramáticas sueltas manuscritas, entre las que se encuentran autógrafos de Lope de Vega, Vélez de Guevara, Calderón, Fernández de Moratín y otros autores.
- La biblioteca del Duque de Osuna e Infantado ingresó por compra en 1886. A su gran riqueza de manuscritos (más de 1.000 comedias manuscritas, muchas autógrafas de Calderón, Lope de Vega, Tirso de Molina…) se unían más de 35.000 volúmenes impresos.
- Finalmente, la biblioteca de Pascual de Gayangos, bibliófilo y erudito. Entre los 22.000 impresos que ingresaron con este fondo destacan los cuantiosos volúmenes facticios de comedias.