Un factor fundamental para el desarrollo turístico del país fue la mejora del transporte y de las vías de comunicación. En un principio el ferrocarril se constituyó como el medio de transporte indispensable para el turista. La existencia o no de una estación de tren cercana era un factor importante a la hora de seleccionar un lugar en dónde pasar unas vacaciones. Entre 1855 y 1920 se fueron produciendo una serie de avances técnicos que hicieron del viaje en tren algo placentero y seguro.
La aparición del automóvil supuso una revolución y abrió para el turismo zonas a las que no llegaban los medios de locomoción al uso. En los años 20 el automovilismo había ya adquirido en España un gran desarrollo. Libertad, confort e independencia eran las cualidades que hacían más atractivo este medio de transporte. La mejora del sistema viario, la regulación del tráfico rodado y la instalación en España de diversas compañías extranjeras asociadas a ese sector hicieron que fuera el modo de transporte elegido por cada vez más turistas.
La realización de un crucero se ha considerado hasta no hace mucho como un viaje de lujo. Uno de los primeros barcos de gran lujo español, el Reina María Cristina, pertenecía a la Compañía Transatlántica Española, y hacía el recorrido entre Santander y Southampton. En él se aunaba el carácter regular de la línea con un aprovechamiento turístico. Como se señalaba en la revista Cosmópolis en 1928 “sirve de espléndido hotel. Bailes a bordo, orquestas, cinematógrafo, piscina… hacen que los pasajeros prefieran permanecer en el suntuoso hotel flotante”.
Tras la Primera Guerra Mundial comenzaron a funcionar las primeras líneas aéreas civiles de una forma paralela en Estados Unidos y en Europa. En España la primera línea en entrar en funcionamiento fue la que unía Sevilla y Larache en 1921. Iberia se puso en marcha en 1927 con línea Madrid-Barcelona flotando aviones de diez plazas. Con la II República se creó una línea aérea nueva de carácter estatal, Líneas Aéreas Postales Españolas (LAPE) que tuvo actividad hasta el comienzo de la guerra civil y que puso en funcionamiento servicios tanto nacionales como internacionales entre ellos Madrid-París y Barcelona-Marsella.