A partir de la edición en 1903 de la obra de Bartolomé Amengual La industria de los forasteros, se fueron sucediendo publicaciones e iniciativas que intentaban organizar esta nueva industria que cada vez iba tomando más fuerza. En los primeros años esta tarea recayó en el esfuerzo de particulares. En 1908 se crearon los primeros sindicatos de iniciativa turística, agrupaciones privadas que buscaban las maneras de atraer a turistas a su localidad y facilitarles el viaje y la estancia. Todas ellas realizaron una importante labor editorial traducida en guías, mapas, folletos y todo tipo de documentos que dieran información sobre la zona. Los más activos, el Sindicato de Iniciativas de Barcelona, la Asociación de Propaganda de Madrid o el Sindicato de Iniciativas de Zaragoza.

Además de estas asociaciones hubo publicaciones emblemáticas de índole privada que se ocuparon, en su totalidad o en pequeñas secciones, del mundo del turismo: Le touriste, La Ilustración Española y Americana, Por esos mundos. Por su parte las nuevas revistas gráficas como es el caso de Mundo gráfico o Blanco y Negro también dedicaron artículos y secciones a playas, cruceros y publicidad.