A comienzos de siglo la industria hotelera española se caracterizaba por su falta de calidad y ausencia de establecimientos modernos adecuados para atender a los nuevos turistas de clase alta y muy exigentes. Es a partir de la primera década del siglo cuando empezaron a aparecer asociaciones de profesionales que trabajarán por mejorar la calidad. La creación de la primera red de hoteles de lujo fue uno de los hechos más relevantes en esta etapa. El Ritz y el Palace de Madrid o el María Cristina de San Sebastián se construyeron en esta época.